lunes, junio 16, 2008

Primeras bodas gays en California

A partir de hoy en la tarde (desde las 5.o1 pm hora local), el matrimonio civil entre personas del mismo sexo es ya una realidad en California, el estado más rico y poblado de Estados Unidos, y que claro, tiene la segunda ciudad con más mexicanos después de la Ciudad de México: Los Angeles. La primera pareja que se casó en San Francisco, Phyllis Lion y Del Martin, de 83 y 87 años son dos mujeres que tienen 55 años de relación. Las casó el alcalde Gavin Newson, el líder que catalizó el fallo de la Corte y hizo legal el matrimonio gay en el Estado.

¿Por qué es tan importante ésto? Por que el matrimonio es un derecho humano, de hecho el número 16 de la Declaración Universal que este año cumple 60 años. La filósofa Hanna Arendt habla de este derecho en su Disenso de 1959:

"The right to marry whoever one wishes is an elementary human right compared to which ‘the right to attend an integrated school, the right to sit where one pleases on a bus, the right to go into any hotel or recreation area or place of amusement, regardless of one’s skin or color or race’ are minor indeed. Even political rights, like the right to vote, and nearly all other rights enumerated in the Constitution, are secondary to the inalienable human rights to 'life, liberty and the pursuit of happiness' proclaimed in the Declaration of Independence; and to this category the right to home and marriage unquestionably belongs."

Mujeres y hombres heterosexuales han tomado como algo común el casarse, pero sin embargo es un milagro: significa comprometerse con otra persona por amor, y hasta el día de su muerte. Aún no entiendo porque el Papa y otras personas religiosas están en contra de eso, pero felicito a los que desde hoy puede de forma libre comprometerse, bajo ese consenso que es la ley civil, con la persona que más aman. Parece que poco a poco la decencia llega, y la homofobia poco a poco se va.

El diario Los Angeles Times tiene una muy buena guía para casarse en California. Y es que el Estado no pide requisito de residencia, así que yo creo muchas parejas mexicanas aprovecharán la oportunidad, y luego quizá, pueda pelear en tribunales su derecho a que el gobierno mexicano reconozca su acta matrimonial, como lo hace en el caso de los heterosexuales.


No hay comentarios.: