Los periódicos de hoy estuvieron llenos de noticias sobre un tema común: la identidad.
El Reforma hablaba por ejemplo de la inquietud de la asociación de coreanos en México sobre las recientes detencioens de sus compatriotas ilegales en el país. El Universal habló de la legislación especial para jóvenes. La Jornada hace la crónica de un encuentro de izquierda que se hizo en el Poliforum Siqueiros, donde se culpa a los americanos y al "neoliberalismo" de casi todos los males del mundo. Todo se cierra al "Yo y al Otro". El asunto de la identidad se está comiendo a todo lo demás... y eso me preocupa mucho.
Es más importante ser mujer, indígena, niño, gay o lo que sea.... que ciudadano. El contrato social se fragmenta y todo se reduce a la política de la identidad y sus chantajes. Los políticos solo oyen gritos de: primeros los viejitos, primeros los niños, primero los indígenas... y nadie habla de ciudadanos. La política pública se balcaniza, el tesoro público se vuelve un botín de los intereses especiales organizados y todo el debate se reduce a encuestas tontas como "¿Está usted a favor de que una mujer sea presidenta de México?"
La moda de lo políticamente correcto invade a México... y nadie debate. Todo se da por dado... ¿No será hora de hacer preguntas incomodas?
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