Paloma hereje desobedece al Papa

Ayer Juan Pablo II intentó soltar un paloma blanca como símbolo de la paz, pero el ave salía y regresaba al balcón papal. Parece que quizás el Espíritu Santo trata de darle un mensaje al Papa, pero quizás ni siquiera él se da cuenta.... Este divertido episodio me recuerda un pasaje del Génesis, cuando Noé suelta una paloma para ver si bajaron las aguas del diluvio universal y ver si es posible descender del arca. Pero la paloma regresa, señal de que las aguas aún no bajan. Extraña coincidencia. ¿Cuáles aguas están esperando quizá por bajar? ¿Y dónde atracará el arca? Desde hace siglos la Iglesia - dicho sea de paso- ha sido simbolizada con una gran nave. ¿Recuerdan los lectores de la Biblia cuando los apostoles de dormieron mientras ellos y Jesús estaban en una barca? Una tormenta se desata y los apóstoles empiezan a temer que la barca se hunda. El mismo miedo que siente la familia de Noé dentro del arca... y entonces el patriarca lanza una paloma. Y entonces Jesús se para enfrente de los apóstoles. Y la paloma regresa. Y Jesús les regaña, diciéndoles que dónde está su fe. Y la familia de Noé aguarda, pero Noé sabe que pronto bajarán las aguas, aunque no sabe donde parará el arca. Y Jesús le ordena al viento que pare. Y el viento obedece.

¿Cuál es nuestra arca? ¿Cuáles son nuestros vientos? ¿Cuál es nuestra fé?
Parece que estas coindencias nos dan oportunidad de pensar en antiguas preguntas...