Mal empieza el año la iglesia católica. Debido a datos encontrados por una comisión investigadora que probaron que el nuevo arzobispo de Varsovia, Stanislaw Wielgus, había sido espía para el antiguo regimen comunista de Polonia - y posiblemente del mismo Kremlin - el Papa Benedicto XVI le ordenó renunciar. No es que Ratzinger tuviera muchas opciones también, ya que la información se hizo pública desde hace días. Wielgus había sido designado arzobispo apenas el 7 de diciembre pasado pasado, y aunque los medios polacos habían ya hablado de su pasado, él negó hasta casi el final las evidencias, pero el viernes aceptó haber espiado durante 20 años reportando actividades de sus mismos compañeros sacerdotes... Y esto es lo que sabemos, ¿qué más se mantendrá oculto de régimenes como el franquismo o las dictaduras sudamericanas?
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