Este es el eslogan de la película más polémica del año y que acaba de ganar el León de Oro del Festival de Venecia: Brokeback Mountain. Dirigida por Ang Lee, esta historia de amor entre dos vaqueros de Wyoming ha roto todas las expectativas del festival de cine más antiguo del mundo.
La historia es original de una novela corta publicada en 1997 por Annie Proulx en la revista The New Yorker.
Filmada con un bajo presupuesto y desafiando todos los esquemas de la industria, Ang Lee apostó y ganó, como reporta Carlos Boyero en El Mundo. Explica porqué ganó el León de Oro:
"La descripción que hace Ang Lee a lo largo de dos existencias trágicas de los apasionados encuentros de estos dos vaqueros, su complicidad, el compartido sentido lúdico, su cruel separación en nombre de las apariencias, las convenciones y la tradición (se confiesan mutuamente después de su primera y abrasiva relación física que no son homosexuales, que su idea del futuro está centrada en una esposa y unos hijos), el engaño sentimental y social con el que planifican sus vidas, sus dolorosos fantasmas, sus incertidumbres, su terror, su violencia interna, la permanente necesidad del amante lejano, sus sucias salvaciones cotidianas, sus catarsis involuntarias o deseadas, su degradación moral, su impotencia, su envejecimiento.
La historia es original de una novela corta publicada en 1997 por Annie Proulx en la revista The New Yorker.
Filmada con un bajo presupuesto y desafiando todos los esquemas de la industria, Ang Lee apostó y ganó, como reporta Carlos Boyero en El Mundo. Explica porqué ganó el León de Oro:
"La descripción que hace Ang Lee a lo largo de dos existencias trágicas de los apasionados encuentros de estos dos vaqueros, su complicidad, el compartido sentido lúdico, su cruel separación en nombre de las apariencias, las convenciones y la tradición (se confiesan mutuamente después de su primera y abrasiva relación física que no son homosexuales, que su idea del futuro está centrada en una esposa y unos hijos), el engaño sentimental y social con el que planifican sus vidas, sus dolorosos fantasmas, sus incertidumbres, su terror, su violencia interna, la permanente necesidad del amante lejano, sus sucias salvaciones cotidianas, sus catarsis involuntarias o deseadas, su degradación moral, su impotencia, su envejecimiento.
Lleva el sello del gran cine, ése que no necesita subrayar los sentimientos, ni vender carnaza, ni lanzar discursos, ni moralizar, para hacerte comprender y sentir lo que le ocurre a los personajes. Es una narración inteligente, turbadora, sin trampas, magníficamente ambientada e interpretada al servicio de un tema espinoso, una apuesta resuelta con arte de primera clase."
Más: Rubén Amón entrevista al Director. Y Andy Towle ha cubierto la película ampliamente.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario