Los esfuerzos del presbítero de la parroquia local fueron insuficientes para persuadir a los católicos de desistir de su determinación, y pese a argumentar que "todos somos hijos de Dios" e insistir en que su oposición no era razonable, cuando alcanzaba el punto culminante de su sermón, se apagó el sonido local y ya no fue escuchado por la mayoría, que mantenía la cabeza agachada.
Noé Gerardo, dirigente católico de la localidad, ubicada a unos cinco kilómetros de la cabecera municipal, advirtió a los reporteros presentes que si publicaban algo de lo dicho por el cura "les vamos a partir la madre, los vamos a quemar o no los vamos a dejar entrar a la comunidad"..."
Tanto amor católico hacia el prójimo realmente me deja apabullado... Hoy inicia el Sínodo de Obispos en Roma, y John Allen reportará desde allá todos los días. ¿Ustedes creen que la jerarquía se digne debatir problemas como la intolerencia católica hacia las minorías, sean religiosas, sexuales o de las que sean? Sigan soñando...
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