El parlamento checo aprobó darle reconocimiento legal a las parejas del mismo sexo, lo que luego el presidente vetó, abogando por la familia tradicional, signifique eso lo que signifique en un país moderno de Europa a inicios del siglo XXI. El parlamento volvió a votar la iniciativa consiguiendo la mayoría suficente para que no fuera sujeta a veto la nueva ley. El primer presidente de la República Checa, después de la guerra fría, el gran Vaclav Havel, comenta su entusiasmo, como narra Andrew Sullivan.
"Though with a very tight margin, I am very glad that the legislation eventually made it through parliament. I was most intrigued in the debate by the absurd ideology advocated by the Christian Democrats and Klaus, who argue that family should have advantages since, unlike homosexual couples, it brings children to life. This is the concept of family as a sort of calf shed in which bulls can inseminate cows so that calves are born ... This is nothing spiritual, nothing intellectual. This is a purely material concept of family. This is what made me most upset in the debate."
Así, la derecha religiosa ha resumido a la familia al acto de tener hijos, y quizá hasta sólo al acto sexual mismo. ¿Porqué nunca habla la iglesia de las familias que no tienen hijos y son familias? Unos tíos abuelos no tuvieron hijos propios y fueron muy felices. ¿Eran acaso menos por ello? No, para la iglesia católica, el islam y otros, la familia solo se reduce a cojer. No me extraña que ante ese discurso los sacerdotes solo piensen en eso. Mientras tanto la civilización avanza, y deja a los miedos atrás.
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