lunes, junio 01, 2009

Asesina activista ProVida a médico dentro de una iglesia en Kansas

No es la primera vez que un médico que realiza abortos es asesinado por el fanatismo religioso en Estados Unidos. Pero el asesinato de ayer, dentro de una iglesia contra el Dr. George Tiller es algo inusual. Recibió un gran acoso contra su persona y su clínica, físico y mediático. El foco está ahora puesto sobre Bill O ´Reilly, conductor del canal de cable Fox News, cercano a la derecha republicana. O´Relly acostumbra satanizar a quien critica, sea ONGs que defienden la separación iglesia-Estado como la ACLU o activistas por los derechos por la igualdad de gays. Los tilda de ser parte del tenebroso movimiento "liberal-secular". Es un conductor populista en todo el sentido de la palabra, que tiene buena oratoria, pero llena de demagogía y... odio. Pues la violencia simbólica de su lenguaje se materializó ayer, y es muy posible que haya influenciado al fanático en cuestión. Y no fue poco lo que hizo O´Reilly: dedicó 28 programas a satanizar a Tiller. Andrew Sullivan ha cubierto mucho de este asunto, pero les copio algo que escribió hoy que resume mucho la cuestión:

O'Reilly's "Judgment Day"

Story

Salon's Gabriel Winant profiles "The Factor"'s four-year campaign to demonize George Tiller:


O'Reilly's language describing Tiller, and accusing the state and its elites of complicity in his actions, could become extremely vivid. On June 12, 2007, he said, "Yes, I think we all know what this is. And if the state of Kansas doesn't stop this man, then anybody who prevents that from happening has blood on their hands as the governor does right now, Governor Sebelius."

Three days later, he added, "No question Dr. Tiller has blood on his hands. But now so does Governor Sebelius. She is not fit to serve. Nor is any Kansas politician who supports Tiller's business of destruction. I wouldn't want to be these people if there is a Judgment Day."


More here. O'Reilly demonized Tiller on 28 episodes of his show. I have no doubt his words wil be played endlessly on cable in some kind of hideous irony. This really could be the end to O'Reilly's dangerous, demonizing game.


No hay comentarios.: