Cada vez más empresas se llaman "socialmente responsables", pagando planas de periódicos para decirlo y poniéndolo en todas sus comunicaciones corporativas. Pero... ¿todo lo que dicen es cierto? Cada año en México el Centro Mexicano para la Filantropía (Cemefi) entrega los reconocimientos a la responsabilidad social empresarial. A las empresas que piden ser evaluadas se les envía un cuestionario, que las mismas empresas llenan, y si el Cemefi considera pasan el 70% de reactivos, les da su reconocimiento. Vale advertir que el Cemefi nunca visita a las empresas a verificar que hayan escrito datos ciertos en sus cuestionarios... y por eso no de extrañar que muchas empresas con el citado reconocimiento hayan sido acusadas en otros países por discriminación laboral o por daños ambientales. Digamos que el reconocimiento puede ser a veces solamente un corporate face washing...
La revista The Economist también es escéptica de este buenismo de muchas empresas. Lo peor es que en muchos casos la buena voluntad de muchas empresas que sí quieren cambiar es limitada por quienes la deberían promover como el famoso Pacto Mundial de Naciones Unidas. En su pasada reunión que tuvo en Monterrey, el coordinador que venía de Nueva York insistió en que se limitaran a los temas del pacto y no entraran en otros, cuando un persona insistía en un tema interesante como los derechos de los animales. Este funcionario del PNUD sencillamente no lo consideraba de igual manera. Habría que ver sencillmente como la industria alimentaria es responsable de crueldad hacia los animales en sus prácticas...
Por estas y muchas razones creo vale la pena apoyar que las empresas sean más responsables, pero con reales métodos de verificación, con una veraz rendición de cuentas a la sociedad, de lo contrario solo seremos complices de promover pan con lo mismo...
Más: El Financial Times entrevista a Louise Arbor, Alta Comisionada de Derechos Humanos de Naciones sobre el rol de las empresas multinacionales en el respeto a los derechos humanos en el mundo.
La revista The Economist también es escéptica de este buenismo de muchas empresas. Lo peor es que en muchos casos la buena voluntad de muchas empresas que sí quieren cambiar es limitada por quienes la deberían promover como el famoso Pacto Mundial de Naciones Unidas. En su pasada reunión que tuvo en Monterrey, el coordinador que venía de Nueva York insistió en que se limitaran a los temas del pacto y no entraran en otros, cuando un persona insistía en un tema interesante como los derechos de los animales. Este funcionario del PNUD sencillamente no lo consideraba de igual manera. Habría que ver sencillmente como la industria alimentaria es responsable de crueldad hacia los animales en sus prácticas...
Por estas y muchas razones creo vale la pena apoyar que las empresas sean más responsables, pero con reales métodos de verificación, con una veraz rendición de cuentas a la sociedad, de lo contrario solo seremos complices de promover pan con lo mismo...
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