domingo, marzo 09, 2008

Ganá Zapatero, pierde el miedo y el odio

Cristina, una joven jienense que acaba de cumplir dieciocho años, ejerce por primera vez su derecho al voto.


Ganó la España moderna, democrática, laica. Perdió la España del pasado, del cinismo y de la teocracia.

Gana sobre todo la idea de que el ciudadano, la ciudadana, es el eje de la vida pública, y eso molesta a la reacción, a la derecha que quiere decidir por los demás.

Para la derecha sería mejor un divorcio doloroso, que uno ejecutivo. Para la derecha el matrimonio civil no es un derecho de igualdad si se trata para parejas del mismo sexo. Para la derecha los inmigrantes son una amenaza, a menos que se demuestre lo contrario... En resumen: primero es e miedo, el decidir a nombre el otro por su bien. Es el infantilismo.

Pero los españoles y las españolas hace mucho que son adultos, y eso es algo que el PP no ha entendido, y vaya menos el Vaticano. Benedicto debe estar con diárrea... (Mi querida Maruja debe estar feliz) Debe creer que España está loca por haber reelecto al gobierno que apoyó el matrimonio para quien lo quiera, o el derecho al divorcio sin burocracias penosas. Y es que bueno, la democracia a Ratzinger siempre le ha caído pesada. No por nada los mejores analistas del Vaticano saben que él arregló su propia elección - aún antes de que muriera su ex jefe. La democracia no le gusta al Papa. Por eso el dice que habla en nombre de Dios. El problema es que Dios nunca ha mandado su "poder".

Nada es jauja, ya que la recesión en Estados Unidos pegará hasta en Europa, pero al menos España tendrá un gobierno que piensa España es una democracia, es decir, donde las mujeres y hombres son libres, y ellos y ellas deciden sus vidas.


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