No recuerdo quien mencionó que vivimos en el mejor de los mundos posibles, y bueno creo que tiene razón.
La cosa es no cegarse con lo malo que ocurre en el mundo, sino voltear también a los sutiles y poderosos momentos donde cosas buenas ocurren. Uno de esos momentos lo tuve hoy al leer una nota que menciona la intención de los grupos conservadores de Estados Unidos acerca de dejar a Bush a su suerte en la elección de este año, debido a su silencio -hasta ahora- sobre la propuesta enmienda constitucional que prohibiría el matrimonio para parejas del mismo sexo.
Una frase deliciosa es ésta: "The gay rights movement is more powerful, the culture is more decadent, the life of not one baby has been saved, porn is in the living room, and you can't watch the Super Bowl without your hand on the off switch". Lo dice Gary Bauer, presidente de American Values.
Aunque estoy personalmente en contra del aborto, creo que la política pública de un país debe regirse por criterios de libertad de conciencia de los ciudadanos, algo que se ve incomoda mucho al señor Bauer. Por él, Estados Unidos sería un estado cuasi Talibán, una teocracia donde solo lo que dicen los dictadores religiosos sería la ley.
Que deleite es ver que Estados Unidos es cada vez más libre, y que diversión es ver como a los ayatollas de la moral eso les produce nauseas. Su arrogancia es tal que le ponen a sus ONGs nombre cuasi fascistas - American Values por ejemplo. Lo bueno es que los estadounidenses se han acostumbrado a ser cada vez más y más libres, y cuando alguien conoce la libertad, es muy difícil dejarla.
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