A fin de cuentas hablamos de vidas humanas

Ese es el punto de Federico Reyes Heroles hoy en Reforma. De muchas opiniones que he leído, ésta se me hace la más sensata.

Federico Reyes Heroles: " Más allá de las desavenencias personales y de las trampas, se trata de un asunto sin retorno: la situación de los derechos humanos en Cuba, de eso estamos hablando. Ése es el quid del rompimiento... el mundo cambió y Castro no puede leerlo con perspectiva. Lo rodean 22 democracias en el continente que hace apenas dos décadas era territorio de todo tipo de dictaduras y regímenes autoritarios. Hoy hasta un hijo de Torrijos triunfa por vía electoral. El monitoreo de los derechos humanos se han internacionalizado sin remedio. La información global entra incontenible y confronta a los seres humanos con lo que ocurre en cualquier latitud... ¿Se le soltó tanto la lengua a Castro que lo llevó a la imprudencia del 1° de mayo? En México la postura de la población es clarísima, recordemos las encuestas de opinión de hace dos años en las cuales porcentajes cercanos al 85 por ciento afirmaban que Castro es un dictador y consideran excesivo el tiempo que ha pasado al frente de su país. Pero hay una minoría de seguidores que se resisten a la globalidad. ¿A qué le está apostando Castro? Seamos maliciosos, como él. Por tercera ocasión perdió el voto mexicano en la ONU, no lo creo que tenga ni esperanzas ni intenciones de cambiar de régimen. ¿No será este lance otra provocación? Resulta a final de mes está la Cumbre Iberoamericana en Guadalajara. Preparar el terreno para salir como víctima del imperialismo es mucho mejor que llegar regañado por Naciones Unidas. Porque la pirotecnia cumple con un propósito: dejar de lado el dictamen de la ONU sobre los derechos humanos en la isla. Ése es el tema central, en concreto se trata de hombres y mujeres, disidentes, periodistas, personas capturadas después de un intento de fuga, homosexuales o simples ciudadanos cubanos cuyos derechos básicos no se respetan. Todo lo demás es lo de menos."