La Suprema Corte del Estado de California falló en un trascendental caso que las empresas deben tratar igual a las parejas heterosexuales casadas y a las parejas del mismo sexo registradas legalmente (que tienen domestic parternship). Esta decisión afecta a todas las empresas que operen en el estado, que es el más rico de Estados Unidos y de donde tradicionalmente han surgido tendencias que luego se replican a nivel nacional y global, desde el pacifismo al internet.
El fallo se debió al juicio de una mujer socia de un club de golf en San Diego, y deseaba afiliar a su pareja mujer en la membresía parejas casadas. El club negó el trato favorable argumentado que no estaban casadas. La pareja lleva junta desde 1993 y se registro en 1998.
Vaya, un paso más al progreso y la sensatez...
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