México es un país de milagros. Parece que todo está en contra pero de la nada surgen maravillas.
¿Quién pensaría que en 2005 se filmarían 53 películas? Y que a las estrenadas, a algunas no les iría tan mal en taquilla. México se ha convertido en un gran mercado emergente para productoras y distribuidoras. A diferencia de Europa o Japón, la taquilla mexicana aún no llega a su tope. Es de esperar que la industria del cine siga su expansión.
Lo mismo pasa en otros mercados: en la Ciudad de México se construyen y construyen nuevos hoteles, y a todos les va bien. Desde los youth hostels a los de cinco estrellas, nadie se queda sin huespedes. El Turibús ha sido un gran éxito y los museos cada vez están más y más llenos. La vocación turística y global de la capital mexicana se enfatizará en 2006 con conciertos de U2 y Oasis, además de la apertura del Museo de Artes Populares en un hermoso edificio art decó (la antigua estación de bomberos) remodelado por Teodoro González de León ubicado detrás del Hotel Sheraton del Centro Histórico.
El renacimiento cultural mexicano también incluye a la música. En 2005 vimos el Tijuana Sessions Vol. 3 de Nortec y el nebuloso Donde los ponys pastan de Porter, y mucho mucho más. La música mexicana demuestra que es mucho más allá de las estrellas de molde, como lo probó Café Tacuba al cumplir 15 años. Los nuevos espacios han alentado este crecimiento, sea en nuevas estaciones de radio, como la innovadora Radio Ibero, o el internet, que ha permitido distribuir música de forma directa. La música mexicana seguirá dando sorpresas.
La democracia es el nombre del juego. Y eso incluye a la política, pero eso lo veremos más tarde.
¿Quién pensaría que en 2005 se filmarían 53 películas? Y que a las estrenadas, a algunas no les iría tan mal en taquilla. México se ha convertido en un gran mercado emergente para productoras y distribuidoras. A diferencia de Europa o Japón, la taquilla mexicana aún no llega a su tope. Es de esperar que la industria del cine siga su expansión.
Lo mismo pasa en otros mercados: en la Ciudad de México se construyen y construyen nuevos hoteles, y a todos les va bien. Desde los youth hostels a los de cinco estrellas, nadie se queda sin huespedes. El Turibús ha sido un gran éxito y los museos cada vez están más y más llenos. La vocación turística y global de la capital mexicana se enfatizará en 2006 con conciertos de U2 y Oasis, además de la apertura del Museo de Artes Populares en un hermoso edificio art decó (la antigua estación de bomberos) remodelado por Teodoro González de León ubicado detrás del Hotel Sheraton del Centro Histórico.
El renacimiento cultural mexicano también incluye a la música. En 2005 vimos el Tijuana Sessions Vol. 3 de Nortec y el nebuloso Donde los ponys pastan de Porter, y mucho mucho más. La música mexicana demuestra que es mucho más allá de las estrellas de molde, como lo probó Café Tacuba al cumplir 15 años. Los nuevos espacios han alentado este crecimiento, sea en nuevas estaciones de radio, como la innovadora Radio Ibero, o el internet, que ha permitido distribuir música de forma directa. La música mexicana seguirá dando sorpresas.
La democracia es el nombre del juego. Y eso incluye a la política, pero eso lo veremos más tarde.
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