Lanzan una granada contra el diario Cambio de Hermosillo, mientras otros periodistas son amenazados por el narcotráfico por hacer su trabajo. Apoyemos a los periodistas, que sin ellos nuestras vidas serían menos libres.
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1 comentario:
Casualmente, hoy leí lo siguiente en Reforma, en la columna de Sarmiento:
"Poca atención se ha prestado al secuestro del reportero Saúl Martínez Ortega en Agua Prieta, Sonora... Mientras tanto, sigue pasando el tiempo sin que se sepa nada de Alfredo Jiménez de El Imparcial, también de Sonora, secuestrado el 2 de abril de 2005."
Parece que no es seguro dedicarse al periodismo en México; si mencionas al crimen organizado, te secuestran y/o te matan. Si no, no queda mucho más de que hablar excepto los chismes de "hartistas" tipo Niurka, y eso, nomás no es vida.
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