Este pasado viernes 20 de enero fue vista una ballena nadando en las aguas del río Tamesis, que atraviesa Londres, una vista nada común. Pocos se explicaban como estaba ahí, ya que desde 1981 el río posee a las afueras de la ciudad unas exclusas que previenen que las aguas que entran del mar puedan inundarla. Pero de alguna forma, la ballena las pasó, y se parece se hirió en el esfuerzo. La foto que le dió la vuelta al mundo, es ésta, la de la ballena pasando cerca de la sede del Parlamento, quizá con el Big Ben, el edificio más emblemático de no sólo Londres, sino de todo el Reino Unido. El sábado 21 un equipo de rescate fue enviado para tomar la ballena y depositarla en aguas más profundas, pero en el transcurso de ello desafortunadamente murió. Como bien dijo la BBC, los dos días de batalla para salvar a la ballena impactaron a la nación británica. Y aquí es donde entramos en la dimensión mágica del asunto...
La ballena es, en primer lugar, una animal tremendamente simbólico en varias tradiciones. En la judeo-cristiana es la casa, el depósito mágico donde Jonás vive una viaje iniciático. Cae al océano (traspasa un límite de seguridad) y ahí lo salva una ballena que lo traga (un refugio) donde entra en sí mismo y ya renovado, es vomitado por el monstruo y sale del mar con una nueva misión. La ballena, con el unicornio, ha sido un animal asimilado con la figura del Santo Grial. Y como olvidar el gran significado de Moby Dick, la gran novela de Herman Melville:
"... The ways of Moby Dick, like those of the Christian God, are unknowable to man... In its inscrutable silence and mysterious habits, for example, the White Whale can be read as an allegorical representation of an unknowable God..."
La ballena es también una figura sagrada y mesianica con los Maorís de Nueva Zelanda, como bien ilustra la hermosa película Whale Rider.
No deja de llamar la atención que la revista Time pregunte si el animal que entró en las aguas de Londres es el príncipe de las ballenas...
Y es que magicamente al menos, esa ballena simboliza al mesías esperado, al príncipe que viene por su corona, que viene a sacar la espada en la piedra. No es una ballena común: sale del océano, entra el río, pasa la exclusa que limita las fronteras de la ciudad - el mundo humano - y entra a Londres, que tampoco es una ciudad común. Fundada por los romanos hace dos mil años hoy la capital británica juega un tremendo rol en la metanarrativa global: define el tiempo del mundo desde el Observatorio de Greenwich. Es el viejo axis mundi, el eje que define el movimiento. Lo que sucede a Londres, impacta simbólicamente a todo el orbe. Además, algo muy interesante, los británicos ven en los animales como guardianes de la nación. No por nada se da de comer a los monos del Peñón de Gibraltar, ya que se dice que el día que mueran ese día el Penón dejará de ser británico. Lo mismo en la Torre de Londres, donde se dice que el día que los cuervos desaparezcan caerá la monarquía...
Londres es también una cabeza de la cultura occidental, y muchas de sus tradiciones viene de Grecia y de Israel. Vayamos en Grecia primero, donde matar a un delfín era un crimen comparable a matar un humano, ya que eran considerados como mensajeros de los dioses. No por nada hay una constelación Delphinus, que dice el mito la puso el mismo Poseidón en el cielo. Así que nuestra ballena muriera no suena muy bueno que digamos.
Pero siendo también una figura grialica, mesiánica, esto toma otro pérfil. La ballena entra el mundo humano, es herida, y al momento de rescatarla es levantada con una grúa, y en ese momento muere. La Pasión de la Ballena. Jesús tenía además como símbolo al pez, y ¿qué es una ballena simbolicamente sino un pez enorme? ¿Es ésto un mal presagio para Londres, el Reino Unido o el mundo? ¿Alguién prominente morirá proximamente? O quizá no... En la Santería por ejemplo, se sacrifican animales, como gallinas o cabras, para que el animal suba al cielo y lleve el mensaje, el pedido del favor en cuestión ante X deidad. Se sacrifica algo para tener un bien mayor. Pero aquí no se sacrificó una gallina o una cabra, sino una ballena. ¿Este habrá sido el sentido de este sacrificio? ¿Quid pro quo? ¿Algo menor por algo mayor? No lo sé. Eso es lo divertido de los símbolos, que son mutables. Pero esta ballena nos recordó algo: que aún es posible tener sorpresas.
La ballena es, en primer lugar, una animal tremendamente simbólico en varias tradiciones. En la judeo-cristiana es la casa, el depósito mágico donde Jonás vive una viaje iniciático. Cae al océano (traspasa un límite de seguridad) y ahí lo salva una ballena que lo traga (un refugio) donde entra en sí mismo y ya renovado, es vomitado por el monstruo y sale del mar con una nueva misión. La ballena, con el unicornio, ha sido un animal asimilado con la figura del Santo Grial. Y como olvidar el gran significado de Moby Dick, la gran novela de Herman Melville:
"... The ways of Moby Dick, like those of the Christian God, are unknowable to man... In its inscrutable silence and mysterious habits, for example, the White Whale can be read as an allegorical representation of an unknowable God..."
La ballena es también una figura sagrada y mesianica con los Maorís de Nueva Zelanda, como bien ilustra la hermosa película Whale Rider.
No deja de llamar la atención que la revista Time pregunte si el animal que entró en las aguas de Londres es el príncipe de las ballenas...
Y es que magicamente al menos, esa ballena simboliza al mesías esperado, al príncipe que viene por su corona, que viene a sacar la espada en la piedra. No es una ballena común: sale del océano, entra el río, pasa la exclusa que limita las fronteras de la ciudad - el mundo humano - y entra a Londres, que tampoco es una ciudad común. Fundada por los romanos hace dos mil años hoy la capital británica juega un tremendo rol en la metanarrativa global: define el tiempo del mundo desde el Observatorio de Greenwich. Es el viejo axis mundi, el eje que define el movimiento. Lo que sucede a Londres, impacta simbólicamente a todo el orbe. Además, algo muy interesante, los británicos ven en los animales como guardianes de la nación. No por nada se da de comer a los monos del Peñón de Gibraltar, ya que se dice que el día que mueran ese día el Penón dejará de ser británico. Lo mismo en la Torre de Londres, donde se dice que el día que los cuervos desaparezcan caerá la monarquía...
Londres es también una cabeza de la cultura occidental, y muchas de sus tradiciones viene de Grecia y de Israel. Vayamos en Grecia primero, donde matar a un delfín era un crimen comparable a matar un humano, ya que eran considerados como mensajeros de los dioses. No por nada hay una constelación Delphinus, que dice el mito la puso el mismo Poseidón en el cielo. Así que nuestra ballena muriera no suena muy bueno que digamos.
Pero siendo también una figura grialica, mesiánica, esto toma otro pérfil. La ballena entra el mundo humano, es herida, y al momento de rescatarla es levantada con una grúa, y en ese momento muere. La Pasión de la Ballena. Jesús tenía además como símbolo al pez, y ¿qué es una ballena simbolicamente sino un pez enorme? ¿Es ésto un mal presagio para Londres, el Reino Unido o el mundo? ¿Alguién prominente morirá proximamente? O quizá no... En la Santería por ejemplo, se sacrifican animales, como gallinas o cabras, para que el animal suba al cielo y lleve el mensaje, el pedido del favor en cuestión ante X deidad. Se sacrifica algo para tener un bien mayor. Pero aquí no se sacrificó una gallina o una cabra, sino una ballena. ¿Este habrá sido el sentido de este sacrificio? ¿Quid pro quo? ¿Algo menor por algo mayor? No lo sé. Eso es lo divertido de los símbolos, que son mutables. Pero esta ballena nos recordó algo: que aún es posible tener sorpresas.
3 comentarios:
Recuerdo que hace poco se avistaron ballenas en el Golfo de México y todo mundo estaba sorprendido porque eso casi nunca pasaba.
También recuerdo que leí en alguna parte que se decía que los delfines son los antiguos habitantes de la Atlántida que al ser hundida tuvieron que cambiar de forma para sobrevivir y por esa razón son tan inteligentes. O a Zeus tomando la forma de un delfín para seducir a una de sus múltiples conquistas.
Simbolismo, mitología, religión, todo nos da una oportunidad para reflexionar, para ver la belleza, para ilusionarnos, para soñar en incluso para temer. La elección es personal.
Aaaa...¿se murió? :-(
Wow, diez años después me entero de este suceso, justo hace diez años cuando tenía 23, años soñé que una ballena entraba a una ciudad por un caudal muy angosto para ella. era de noche y había personas bien parecias y bien vestidas admirandola... solo que en mi sueño las personas estaban vestidas como en los años 20... wow. hoy soñé con otra ballena....
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