Son dos cosas muy diferentes, pero ve venden en el mismo paquete, el de la fe, cuando no debería ser así, dice el polémico Pat Condell. La espiritualidad lleva al bien, la religiosidad al mal. La primera es una experiencia personal, la segunda una imposición pública (campanas o cantos que despiertan a todo mundo, publicidad religiosas en bolsas de papitas, cabilderos que amenazan a quienes hacen leyes, y hasta fondos públicos que se gastan en proyectos privados, como basílicas de supuestos mártires). La primera lleva al conocimiento y al pensamiento crítico libre, la segunda a la esclavitud dogmática. A lo que lleva pensar dice Condell, ¿porqué se enseña religión a los niños? ¿Por qué desde pequeños se les manipula para creer en cosas sin pruebas (un hombre que resucita, una mujer que tiene hijos vírgen, que los gays son enfermos, que las mujeres deben servir y callar como dice San Pablo...)? ¿Por qué se permite que no se les vacune - como algunos calvinistas fundamentalistas hacen en Holanda, donde no vacunan a sus hijos diciendo que Dios decide todo - o se les hagan transfusiones de sangre, como lo impiden los Testigos de Jehová? Algún día dice Condell, y lo secundo, será ilegal dar instrucción religiosa a los niños, como es ilegal llevarlos al cine a ver películas sangrientas, claro, todas menos La Pasión de Cristo.
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1 comentario:
Las religiones de tiempos muy remotos se percataron que apegándose codo a codo a la espiritualidad podía sacar muy buenos dividendos,y hoy por hoy lo han conseguido,amansando grandes fortunas a costa del creyente que ingenuamente a caído en las redes de estos mafiosos,verdaderos gángster modernos que han llenado sus arcas a costa de la fe,las grandes mentiras que le venden a los pueblos es mostrándose que son verdaderos,sinceros,honestos y que irradian amor y más amor,que manera de manejar a un dios a imágen y semejanza como ellos son.¿Quién controla a estos verdaderos sánganos de la humanidad?.
Juan.
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