Un lector me preguntó si que si no exagero con eso de Tercera Guerra Mundial. Explicaré mi defensa:
1. Antes de que iniciarán las otras dos guerras mundiales nadie esperaba que ocurrieran, y cuando empezaron pensaron que serían cortas.
2. Seré generoso, y pensemos que no hay un veloz cambio climático, que la corriente del Golfo no se está enfriando, que la gripe aviar no mutará, que el petróleo no está llegando a su punto de mayor producción para caer y que ningún otra gran amenaza nos espera. Con la siguiente nos basta: un colapso financiero global producido por el juego insostenible de consumo y producción que se ha construído a partir del fin de la Segunda Guerra. Y no hablo de las consecuencias ambientales...
3. Newsweek lo explica bien en su número especial de 2006 dedicado a la globalización. Y en especial Clyde Prestowitz. Estados Unidos es el gran consumidor del mundo debido a un dólar barato, y eso lo lleva a un déficit comercial tremendo, mientras Asia le presta dinero para seguir comprando sus mercancías. Esta relación adictiva para ambas regiones está a punto de estallar en lo que muchos economistas creen podría llevar no a una recesión, sino a un gran depresión global. El autor explica de una forma clara cómo hemos llegado a éste escenario. El urge a que los líderes del mundo sean sabios y actúen. Dudo que lo hagan, y los mercados lo saben, sólo vean los precios récord del oro y el platino. No creo que la presidencia de Bush termine bien, y lo que más me preocupa es que la pobreza, el desempleo será el caldo de cultivo ideal para todas las demagogias. ¿Presidente Schwarzenegger en 2008? No lo dudaría un instante. Y eso no es lo peor: China no se quedará con los brazos cruzados cuando EU ya no pueda comprarle mercancías baratas y cuando se niegue venderle petróleo de Irak cuando la producción mundial empiece a caer en unos pocos años.
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