Hoy de dió a conocer un comunicado desde Roma, de la sala de prensa del Vaticano, que habla del fin de la investigación contra Marcial Maciel, fundador de la Legión de Cristo. Y Benedicto XVI no lo condena ni lo absuelve formalmente, pero en los hechos sí lo castiga - aunque muy levemente. Se le impone la suspentio a divinis, es decir se le retira de la vida pública: no podrá dar misa, no escuchar confesiones, y se le ordena a vida de "oración y penitencia". Más, se decide a renunciar a continuar el proceso canónico, debido se dice, a la avanzada edad y la pobre salud de Maciel. Esto es lo más penoso: se privilegia al estado de un anciano, pero que abusó de niños, echándoles a perder sus vidas para siempre, se privilegia el prestigio de la Legión a costa de inocentes, se privilegia al poder a costa de la justicia. Se negoció en Roma la verdad, a costa de la iglesia misma. Aquí Maciel quedó al final de su vida en un oscuro rincón sin rendir cuentas a la justicia humana, pero no podrá escapar a la justicia de Dios cuando su tiempo llegue.
Hoy Carmen Aristegui expondrá con expertos parte de ésta historia en su programa de la noche en CNN en Español a las 10pm tiempo del centro de México.
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