Sabemos que los cardenales eligen al Papa, pero el Papa no gobierna a la iglesia católica de forma demócratica. ¿Le rinde cuentas a alguien? Por ello no extraña que Joseph Ratzinger - alias Benedicto XVI - amenace al nuevo gobierlo de centro izquierda que acaba de ganar las elecciones en Italia, afirmando que la iglesia católica usara todo su poder para evitar que en Italia sean legales las parejas de hecho entre ciudadanos del mismo sexo.
La iglesia católica siempre ha temido al liberalismo, y a su hija, la democracia. Se puso del lado de la Corona en la Revolución Francesa, del lado de los conservadores en la guerra de Francia contra la república que gobernaba el presidente Juárez, se puso del lado de Hitler (no hizo nada para evitar que el Fuhrer disolviera los síndicatos católicos y cuando la SS asesinó a cientos de sacerdotes jesuitas), de Franco... ¿No fue Juan Pablo II a visitar a Pinochet y a Castro?
Hoy Ratzinger amenaza a un gobierno electo por el pueblo italiano, pero los ciudadanos italianos son inteligentes, y recuerdan que la iglesia apoyó a Mussolini. Ratzinger no entiende que la democracia crea instituciones en base al debate, no en base a dogmas religiosos. La democracia es hija de la polis, de la política del debate entre ciudadanos, no de la "ley natural", de los designios de Dios. ¿La democracia puede ser entonces caotica, o contradictoria a veces? Sí, como la misma persona humana. Pero no es dogmatica, ni imperial, como Ratzinger se concibe a sí mismo y a la iglesia.
La iglesia pierde vocaciones y fieles entre más democráticos son los países. ¿Porqué? Porque la democracia no da respuesta eternas, pero sí la libertad para buscarlas.
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