Joseph Ratzinger - alias Benedicto XVI - ha resultado ser un Papa nebuloso. Escribe una muy buena encíclica pero se mete en la política pública de los partidos italianos; reprende a Marcial Maciel pero lo hace con extrema suavidad negando el derecho de las víctimas a tener voz en un juicio justo... Hoy no fue la excepción en su visita a Polonia, reporta El Mundo. Hizo dos comentarios, uno más que apropiado para los sacerdotes y obispos de México en este momento electoral, ya que se creen expertos en todos los temas, y más si son de política pública: "Al sacerdote no se le pide que sea un experto en economía o en política. Se espera que sea experto en vida espiritual y frente a las tentaciones del relativismo o de la permisividad no es necesario que conozca todas las actuales y cambiantes corrientes de pensamiento, de él se espera que sea testimonio de sabiduría eterna, contenida en la palabra revelada"... El segundo comentario me deja pensando en si cuando autorizó a fines del año pasado la instrucción que prohibe a hombres homosexuales para que sean sacerdotes, piensa en ellos como poco "viriles":
"....Aseguró que Cristo necesita sacerdotes que sean "maduros, viriles, capaces de cultivar una auténtica espiritualidad"...."
Creo que Ratzinger debe dejar de pensar en homosexuales como hombres tipo La Caje au Folles. Lo que me inquieta más es que él piensa que sólo los seres humanos viriles puedan tener una "auténtica espiritualidad", lo que nos deja ver algo de la misoginia que tiene él y toda la iglesia católica. Si los hombres no "viriles" no pueden ser espirituales, pensamos en que categoría tiene a las mujeres...
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