Reforma habla hoy del caso de Michoacán. Es triste como todo el patrimonio del país está siendo robado, destruído... desde el arte sacro de iglesias coloniales hasta el arte precolombino, pasando por las hermosas casas del porfiriato que son demolidas en la Ciudad de México por constructoras sin un gramo de ética. Es hora de que más gente despierte al memoricidio en curso...
La colaboración entre el INAH y la PGR ha permitido el decomiso de piezas arqueológicas en el Aeropuerto Internacional. Foto: archivo
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Dora Luz Haw
Ciudad de México (24 de septiembre de 2008).- Michoacán no sólo padece la presencia de la organización criminal denominada "La familia" o registra el mayor número de militares muertos en el combate al narcotráfico, sino que es el estado con el índice más alto en robo arqueológico.
En los últimos ocho años, unas 324 piezas han sido sustraídas de diversos museos y colecciones particulares de la entidad, lo que representa un 25 por ciento de los saqueos a nivel nacional.
De 2000 a 2008, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) registró el hurto de mil 306 vestigios arqueológicos que se encontraban resguardados en acervos privados o diversos recintos dedicados a su conservación, difusión y exhibición.
En todos los casos se levantaron las averiguaciones previas correspondientes frente a la Procuraduría General de la República (PGR), pero desde entonces hasta ahora, sólo se ha logrado la recuperación de 265 piezas, esto es el 20 por ciento.
El robo más reciente en Michoacán tuvo lugar el año pasado, en Apatzingán, donde fueron extraídas 272 piezas de una colección privada; hasta la fecha el caso no ha sido resuelto.
La segunda entidad con más hurtos reportados es el Estado de México, con 280 obras desaparecidas en los municipios de Chimalhuacán, Axapuxco y Tlalnepantla, de las cuales, al igual que en el caso de Michoacán, ninguna ha sido recuperada hasta ahora.
Campeche ocupa el tercer lugar, con la pérdida de 207 piezas; sin embargo, a diferencia de los casos anteriores, las averiguaciones fueron concluidas con éxito al recobrar el patrimonio sustraído en Candelaria y Champotón.
Este 2008 han tenido lugar cinco actos delictivos, uno en Coahuila, donde fueron robadas 184 piezas de Cuatro Ciénegas; 12 de Valle de Santiago, en Guanajuato; 6 en Tonalá, Jalisco; 3 en Cuyuxquihui, Veracruz, y 2 en Mérida, Yucatán.
En la información otorgada por la Unidad de Enlace del INAH, como respuesta a la solicitud 1115100024708, se indica que en el Distrito Federal no se ha reportado ningún robo de esta naturaleza.
Otros estados en los que tampoco se ha reportado pillaje son Aguascalientes, Baja California Norte y Sur, Chiapas, Chihuahua, Durango, Guerrero, Nayarit, Nuevo León, Querétaro, Quintana Roo, Sinaloa, Sonora, Tamaulipas y Zacatecas.
Benito Taibo, vocero del INAH, explica que esta dependencia tiene contacto constante con la PGR, la Interpol y las aduanas, con quienes sistemáticamente realizan seminarios de reconocimiento de piezas arqueológicas para que aduaneros y policías sepan distinguir un objeto original de una réplica.
Taibo asegura que el área jurídica del instituto se encuentra en contacto con todas las zonas arqueológicas donde no se reportan robos, ya que las piezas muebles valiosas son remitidas a los diversos museos del País para su exhibición o resguardo.
El INAH firmó incluso, en 2006, con el Instituto de Ciencias Penales, un acuerdo para impartir capacitación en materia jurídica y cultural a jueces, magistrados, ministerios públicos y fuerzas policiacas para reforzar el combate contra el tráfico ilícito.
Parte importante de los robos se llevan a cabo a los museos de sitio que cuentan con poca seguridad. Caso concreto es el de Puebla, donde se han sustraído 7 piezas, de las cuales cinco formaban parte de la colección del museo de sitio de la Zona Arqueológica de Cholula. Entre ellas se encontraba la figurilla de un Penate (dios doméstico), un hacha miniatura en lítica y un collar de 18 cuentas de piedra verde.
Las otras dos piezas, una escultura y una máscara pectoral antropomorfa, pertenecían al Museo Comunitario de San Juan Xiutetelco, ubicado en la Sierra Norte de Puebla.
"Los robos a museos no son aleatorios; al igual que los saqueos de arte sacro, generalmente son resultado de redes organizadas que sirven a coleccionistas que eligen determinadas piezas y mandan por ellas.
"Estos hurtos son absolutamente planeados y responden al coleccionismo, no hay casualidad", advierte Taibo.
En junio de este año, 929 piezas sustraídas ilegalmente de México fueron devueltas al INAH, después de que Estados Unidos las recuperara en diversos decomisos efectuados en puntos fronterizos y en Canadá, a lo largo de los últimos años.
Estos objetos no fueron robados de museos ni de coleccionistas, como las mencionadas anteriormente, sino que fueron sustraídos de saqueos de cuevas, entierros y lugares aislados que no han sido trabajados. Estas piezas se suman a las más de 19 mil que México recuperó en los últimos cinco años.
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