viernes, septiembre 15, 2006

Ratzinger desafía a los "troyanos"

El martes 12 de septiembre pasado, como les comenté, el Papa Benedicto XVI dio un discurso en Alemania criticando a la noción de guerra santa en el islam, la yihad. Y la respuesta del mundo musulmán no se ha hecho esperar, como informan la BBC y El País. Justo cuando hace más diálogo intercultural, Ratzinger le da armas a los fanáticos y le quita argumento a los moderados musulmanes. Quién es ese viejo en Roma para decirnos qué es el islam, se preguntan. Y no les quitó mucha de su razón... pero sus modos prueban en parte lo dicho por Ratzinger: una granada ya explotó en una iglesia de la franja de Gaza, Palestina. En la India la policía tuvo que confiscar diarios con la noticia para evitar disturbios mayores...

Musulmanes protestan contra las declaraciones del Papa en Jammu, India.
Musulmanes protestan contra las declaraciones del Papa en Jammu, India. (AP)
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El mismo Ratzinger escogió un mal simil en su discurso, comparándose con Manuel II - cristiano - Emperador de Bizancio, quien habla con un intelectual persa - musulmán. Es una antigua y desafortunada metáfora: el civilizado occidental - que habla griego - enseñando al Otro bárbaro del otro lado del Bósforos. Ratzinger se cree Espartano y le habla a los Troyanos. ¿Qué acaso Ratzinger no piensa en estos detalles tan importantes? Creo que sí, y creo que por eso mismo lo hizo. Un lector de Andrew Sullivan explica muy bien este detalle hermeneutico, fijándose en el detalle del discurso Ratzingeriano (no por nada este Papa fue el Cardenal que construyó Dominus Iesus, la encíclica quizá más polémica de Juan Pablo II, que reafirmaba la supremacía de catolocismo sobre todas las otras religiones). Lo copio:

Like you I too believe "we need to breathe new life into [the rationality of faith] in a world where religion is too often described as an irrational leap or 'submisson' to an illogical God" and I find the Pope's lecture very interesting. But, with his major role in the drafting of Dominus Iesus, I can't help but wonder if we are to hear a double-meaning in his appeal to logos. Specifically, John 1:1: "In the beginning was the Word (logos), and the Word was with God, and the Word was God." The Word is, of course, identified with Jesus and has been since the early Church Fathers. Thus, if we read this double meaning into Benedict's lecture, his penultimate sentence takes a different meaning, one which echoes Dominus Iesus and the controversy it generated:

"It is to this great logos, to this breadth of reason, that we invite our partners in the dialogue of cultures."

It is to this Christian conception of God as Father and the belief that through his Son, the Word (logos) made flesh, that salvation lies.

In addition this invitation to a "dialogue of cultures" is itself a new and controversial development in interreligious relations between the Church and non-Christian religions. Archbishop Michael Fitzgerald was removed from his post at the Vatican as the president of the Pontifical Council for Interreligious Dialogue and was made nuncio to Egypt. At the same time, the PCID was subsumed under the Pontifical Council for Culture. Money quote:

According to several sources, sending Archbishop Fitzgerald from the Vatican to Egypt could signal a shift in the Holy See's approach to dialogue with the other religions, a tougher stance in the relations with Islam, and a greater insistence on evangelization and the preaching of Jesus Christ as the one savior of humanity.

Pope Benedict has made it clear that he does consider true theological dialogue with non-Christian religions impossible (with the exception of Judaism). Instead of theological engagement, he sees only cultural dialogue; this is major shift from Pope John Paul II.

Pero lo que más me preocupa desde el punto de vista simbólico es un suceso que ocurrió esta semana también. El 13 de septiembre la Unión Astronómica Mundial nombró al que sería el décimo planeta del sistema solar como Eris, la diosa griega de la discordia. Eris fue la culpable de provocar la Guerra de Troya, que envolvió a dioses y humanos en la peor guerra recordada en la historia de Grecia, que vaya vió muchas... y para terminar con el cuadro la luna de Eris se llamará Disnomia, el nombre de la hija de la diosa, que significa algo así como la corrupta, la ilegal.

Todo esto ocurre mientras Ratzinger espera visitar Turquía en noviembre... la misma tierra donde hoy está Troya. ¿Cómo empezó la famosa guerra troyana? Por un pecado de soberbia cometido por un imprudente. No solo Ratzinger cae en ese pecado creo yo, también pienso en López Obrador también, un arrogante que a pesar de las advertencias de los justos, buscara violar al orden constitucional este fin de semana en la capital de México, auto proclamándose líder de la esperanza, así sea. Ojalá los dioses, como decían los griegos, tengan consideración de nosotros...

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