Es significativo que de los miles de hombres atletas (en total participaron más de 11 mil atletas de ambos sexos) que fueron a los Juegos de Beijing solo uno fuera abiertamente gay: el clavadista australiano Matthew Mitcham, de 20 años. Y es mucho más significativo que a pesar de desafiar la intensa homofobia que aún se vive en el mundo deportivo mundial, y más en su élite, él hoy ganara la medalla de oro en la plataforma de 10 metros. Y no sólo ganó la medalla de oro, lo hizo dejando en tercer lugar al campeón mundial de la especialidad (el ruso Gleb Galperin) con un clavado final practicamente perfecto: cuatro dieces y un 9.5 . Al final de su clavado (que tuve la oportunidad de ver por televisión) solo pudo llorar de emoción, al saber que había triunfado. Vale decir que como no podía pagarle a su novio Lachlan su viaje a Beijing, pidió a una fundación que lo hiciera para que fuera su persona de apoyo: parece que el apoyo funcionó. Felicidades a Matthew.
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