El silencio del perro de Isis

Los cientí­ficos esperaban que cuando la Beagle 2 se posara en Marte, lanzara una señal a la orbitante sonda americana Odissey para que ésta la comunicara a la central de rastreo de la ESA en Alemania... pero eso no ha ocurrido. Se supone que la Beagle 2 bajaría a la planicie de Isidis y ahi hiciera análisis del suelo marciano buscando compuestos orgánicos pasados o presentes, indicadores de vida en Marte.

La Mars Express, la nave-sonda que transportó al Beagle, está operativa en la órbita marciana, y desde ahí verá debajo del suelo, buscando indicios de agua y formaciones minerales.

El perro de caza - el animal favorito de Isis - llega a Marte, pero no ha contestado... en la versión oficial.
Sea lo que sea... ¿qué le habrá pasado a este perro al llegar al planeta rojo en navidad?

Extrañamente, casi al mismo tiempo de la pérdida del Beagle se anunció la llegada del mal de las vacas locas al Estado de Washington, en Estados Unidos. La casualidad ahora es que en la mitologí­a egipcia, Apis, el dios toro, también es otra forma de Osiris, el esposo de Isis. Apis muere en Washington (nombre del primer líder de la república), mala combinación, cuando se supone que en Navidad es que el rey regresa...

Según otras fuentes, Apis es en realidad Isis misma... lo que lo hace peor aún. De hecho, una de las tres formas de Isis es la diosa Hator, la mujer con cabeza de vaca... y una de las palabras que se deriva del latí­n vaca es vacuna... tema de que luego contaré más.

El perro de caza de Isis muere en su planicie, mientras la misma diosa muere en Washington el día de la navidad. Sin el poder de la diosa madre, de Isis, no puede nacer Horus, el nuevo rey... algo que quizá le interesa a alguien... se busca impedir el nacimiento de lo nuevo, y que siga en vida asistida, el statu quo vigente. Sea quien sea quien juega con los símbolos, sabe que puede retardar ciertas mecánicas, pero no controlarlas. El fin que busca es solo ganar cierto tiempo...¿pero para qué?