Quizá mucho de ustedes no lo conocen, pero llevo leyendo a Andrew desde 1993, cuando era editor de The New Republic. Yo apenas entraba a la universidad y él fue mi tutor intelectual a la distancia en muchos temas.
El es una persona singular: nacido en Inglaterra, educado en Cambridge y Harvard, católico, conservador, periodista colaborador habitual de Time y de varios periódicos, autor de varios libros, abiertamente gay - y seropositivo - y bloguero que escribe diario desde hace ya años.
Bueno, leo regularmente a Andrew. A veces no concuerdo con él - como en su total apoyo a la ocupación en Irak - y a veces sí, como en su molestia sobre cómo la Administración Bush ha disparado el déficit poniendo en jaque a la economía global. Hoy, después de ver el final de la Convención Repúblicana ayer, Sullivan anuncia lo que muchos de sus seguidores ya intuíamos: que no podrá apoyar a George W. Bush en su reelección, a diferencia de como lo hizo en el 2000.
Primero cuenta que el discurso de ayer de Bush fue muy bueno, pero luego explica como sus cuatro años de gobierno han puesto punto final al conservadurismo como se conocía: lo ha convertido en un ejercicio de gobierno despilfarrador, donde Papá Gobierno debe solucionar los problemas de todos. Pero que a pesar de que en general apoya su política exterior, ahora no podrá apoyarlo por una razón poderosa...
" siento una tristeza personal por este presidente que alaba a la libertad y desea quitarsela a todo un grupo de americanos que de otra manera apoyarían muchas partes de su agenda."
Cuenta como al ver a la familia Cheney junta en la convención fue fuerte para él, ya que estaba toda reunida menos un miembro: la hija lesbiana del vicepresidente, Mary, que trabaja en su campaña. Y no estaba ahí según cuentan todos los corrillos por una razón: el Partido Repúblicano ha tomado como enemigos a los gays y lesbianas.
"El presidente ha hecho claro que el discriminar con la gente gay, mantenerla fuera de la completa dignidad y igualdad civiles es hoy un valor profundo de él y su partido. Lo opuesto es un valor profundo para mí. Algunas cosas se pueden negociar... pero hay valores - la básica dignidad e igualdad humana - que no pueden ser sacrificados sin perder su misma integridad. Por ello es, a pesar de mi profunda admoración por algo de lo que este presidente ha hecho para combatir al terrorismo, y mi afecto por él como ser humano, que no puedo apoyar su candidatura. No solamente abandonaría al conservadurismo de un gobierno pequeño al que aprecio mucho... estaría abandonando a la gente a la que amo. Y eso no lo haré."
Valientes palabras de Andrew siendo un ícono del conservadurismo americano. A ver qué dicen sus enemigos y aliados...
viernes, septiembre 03, 2004
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