Dos países con climas parecidos, con poblaciones con grandes clases medias y etnicamente semejantes. Unos protestantes, otros ortodoxos, pero ambas con raíces cristianas. Pero han tenido historias muy diferentes respecto el respeto al imperio de la ley, sobre los derechos humanos, y en una palabra, la fe en la democracia. Un ejemplo de noticias publicadas el mismo día:
- La provincia atlántica de Nueva Escocia es la quinta en Canadá en legalizar el matrimonio para todos. Ahora las parejas del mismo sexo podrán casarse legalmente como todos los demás canadienses.
- Una ola represiva impulsada por sector conservadores y la iglesia ortodoxa buscan regresar a los tiempos soviéticos y hacer ilegal el sexo entre ciudadanos del mismo sexo. Ser homosexual no es un delito en Rusia desde la llegada de la democracia en 1993.
Dos pueblos, dos historias muy diferentes, dos formas diferentes de entender al ser humano: Canadá lo ve como un ciudadano, Rusia como un subdito. Y eso hace toda la diferencia... ahora, si solo AMLO entendiera eso, no vería a los ciudadanos de la Ciudad de México como recipientes de su iluminación, sino ciudadanos que tienen derecho a la información. ¿Entonces porqué la Procuraduria del DF prohibe que los periodista entrevistes en la carcel a Carlos Ahumada? ¿Porqué los expedientes sobre el financiamiento del 2do Piso el Gobierno del DF ha dispuesto que no sean públicos? Porque los ciudadanos solo debemos recibir su "luz", pero no preguntar de donde la saca... Subditos y ciudadanos, en eso se resume la historia de la libertad. Ojalá seamos sabios y escojamos bien, y no nos acostumbremos a los reflejos de los espejos y vayamos a la verdadera fuente de la luz, que en mucho está en nosotros mismos.
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