Fue un fin de semana intenso, de esos de lo que no suelo escribir por pudor, pero bueno, creo que la llegada del otoño lo merece. Ahora tengo justificación. Y es que como me dijo ayer F, fue un verano de montaña rusa. Pero asi es la vida, y así hay que vivirla.
Fue un fin lleno de sentimientos encontrados, de conflicto, de humanidad en el sentido más amplio. Desde llorar por amor - bueno, no llorar, más bien gimotear - en el antro hasta conocer al hermano de F en una funeraria. Parece que fue un fin sacado de Six Feet Under, o quizá de Coupling -ay, como me encanta esa comedia inglesa. A veces siento que el guionista de mis días tiene un sentido del humor sumamente negro. Jajaja. A veces eso me da miedo. Miedo de regresar y dejar de avanzar. Miedo de perderme a mi mismo. Pero, bueno, quién dijo que amar no duele? Quén dijo que amar sería facil? Bueno, claro a menos que uno sea Deepak Chopra y se dedique a vender cursos de superación personal diría eso. Trato de vivir al día, carpe diem... pero el futuro me aspira. Creo a veces que más bien es el futuro el que nos moldea y no el pasado. Al estilo 12 Monos. ¿Entonces para cambiar el presente hay que cambiar el futuro? Quizá.
Caminé ayer en la mañana y aunque decían que hacía frío yo no tenía, o quizá debo decir que el frío me reconforta? París es hermoso en septiembre... Extraño a mis amigos que están lejos, extraño a París, extraño a mi poderosa abuela, extraño tantas cosas. Pero eventos y cosas nuevas llegan.
Compré un libro precioso que me servirá para mi trabajo sobre género: Sexo en Roma. Wow, si pensamos que ahora somos modernos nos quedamos cortos. ¡Esos romanos si que lo eran! Hasta que llegó el cristianismo claro, pero bueno, esa es otra historia...
Mañana tengo un evento importante donde quizá tendré que ser el único que otra vez tenga que defender la voz de los miedosos o hipocritas que solo prefieren vivir de largo. No sé como tengo fuerzas para hacerlo, pero me da más miedo quedarme callado, vivir de largo. Luego les contaré más.
Sí, siento que estoy/estamos al final de un proceso, y al inicio de otro. Deséenme suerte. Algo fuerte viene.
Abrochénse los cinturones, que la montaña rusa del otoño está oficialmente abierta desde hoy.
Signo de los tiempos: la película Temporada de Patos está próxima a estrenarse, junto con mis largamente esperados Los Soñadores.
lunes, septiembre 27, 2004
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