Es increíble lo que está sucediendo. Hace mucho que no veía a este país tan dividido, y eso es mucho. No ví una división tal ni con Marcos ni con Salinas, pero el factor AMLO ha mostrado algo muy riesgoso para sea quien gane las elecciones en 2006: ganará pero en un país dividido.
Y ví lo rispido que está el clima ayer en la noche con mi pareja, que es educada, inteligente y regularmente prudente, pero sale el factor AMLO y parece que es su deber protegerlo a toda costa, y puede significar, a mi costa. Comentaba yo que no quería charlar de las noticias del día - sé que eso no nos lleva a mucho, yo no soy fan de AMLO, ni de Fox by the way - pero fue imposible hacer que callara. Y eso llevó a un disgusto. Y fuerte. Imaginen, si una pareja más o menos parecida y estable no puede charlar tranquila, ¿podrá el país?
Ni AMLO ni Fox son peras en dulce, de hecho los dos se parecen mucho: los dos son egocentricos, desprecian a sus partidos y prefieren trabajar con "comités ciudadanos de apoyo", les gusta manejar a los medios, prometen cosas a todo mundo por igual, son caprichosos, los dos niegan sus responsabilidades con pretextos (¿yo por qué?) o paranoias (es el compló), los dos coqueten con las altas jerarquías católicas, gastan grandes cantidades en su imagen pública (anuncios en la tele, comics...), los dos han "escrito" libros sobre sus proyectos "alternativos" de nación, los dos coquetean con los mismos grandes empresarios, los dos afirman que la gente los apoya, los dos no tienen ideología política fuerte ya que ellos son su ideología, los dos se presentan como Mesías (Fox al cubrirse con el estandarte de Hidalgo, AMLO al llamarse "rayo de esperanza", los dos se dicen humildes y se llenan de demagogia (las botas, el tsuru...)....
Quizá por ser tan parecidos los dos me son tan molestos, pero lo que es tan molesto no es eso, sino que todos caigamos en sus trampas.
El país anda mal como demuestra le reciente encuestra de Ipsos Bimba, donde la respuesta más fuerte es que 4 de cada 10 mexicanos dicen tienen problemas para comprar comida. Y un país dividido y con ese contexto no es bueno, para nadie. Bueno, quizá para alguién sí, para quienes siempre han ganado de nuestra división. Ojalá no caigamos en la misma trampa, de nuevo....
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