Leonardo da Vinci, ese genio del Renacimiento, pintó en Milán la Última Cena, y esta obra aún presenta sorpresas. Por ejemplo, este fresco muestra extrañas anomalias:
- Se supone que el apostol Juan está a la izquierda de Jesús, pero es el único hombre en la mesa sin barba, y es pintado con la manos cruzadas, como pintaba Leonardo a las mujeres. Y entre ellos hay un extraño espacio en forma de V, que según muchos representa al pubis femenino. Debido a todas estas "coincidencias" muchos expertos creen que este no es Juan, sino María Magdalena.
- Otra anomalía es que en la mesa no hay un cáliz. Esto se debe dice por ejemplo Dan Brown en su Código Da Vinci a que es la misma María Magdalena el cáliz que albergó la "sangre" de Jesús. Esta teoría se reafirma al parecer que Leonardo sí pintó el cáliz, pero escondido en la ilusión óptica. Está disfrazado sobre la cabeza de San Bartolomé. ¿Porqué?
- La reciente restauración de la obra quitó suciedad y permitió ver cosas antes ocultas, como la daga que esconde San Pedro en su mano, y a la vez lanzándose amenazador al cuello de "Juan". ¿Porqué esconde un cuchillo Pedro? Porque él no amenaza a Juan, sino a María Magdalena. Leonardo estaba al tanto de la historia que cuenta como Pedro se impusó al grupo encabezado por la pareja de Jesús, y triunfó, convirtiéndo a la naciente iglesia en una estructura jerárquica y patriarcal. La primer testigo de la resurrección del Mesías fue convertida entonces por la Iglesia Católica en prostituta, y el triple traidor de Jesús fue hecho el primer Papa. La historia la escribieron los ganadores.
Después de todo ésto es difícil ver La Última Cena como antes.
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2 comentarios:
Mi chavo:
Nada que no hayamos leido ya en el Código Da Vinci
así sea qué ya lo hallamos visto es bueno saber qué ahí personas qué le interesan y por lo menos hacen resúmenes y no los critican como otros babosos
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