Una interesante noticia. No es de extrañar que políticos de izquierda y de derecha exploten el miedo irracional de las personas a muchísimas cosas. Teorías de la conspiración abundan, pero lo que escasea es el pensamiento sereno, racional, y sobre todo, libre. Copio de La Jornada de hoy:
■ Una de cada cuatro personas sufre miedos irracionales de estar en peligro, sostiene
El mundo “entró en una era de paranoia”, dice siquiatra inglés
■ El aislamiento social, frecuente desventaja de la vida urbana, se asocia estrechamente con ese trastorno mental, explica el experto
■ La distribución desigual de la riqueza, otro de los factores
Una “era de paranoia” despunta en el albor del siglo XXI, afirma el destacado siquiatra Daniel Freeman, quien durante una década ha realizado investigaciones precursoras sobre ese trastorno mental. Una de cada cuatro personas, sostiene, sufre por lo regular miedos irracionales de estar bajo amenaza o en peligro.
La paranoia es mucho más común de lo que se pensaba, y aumenta sobre todo a consecuencia de la creciente inequidad, el aislamiento social (sobre todo en las ciudades) y una sociedad más competitiva. “En estos días no nos atrevemos a dejar que nuestros niños jueguen fuera de la casa; recelamos de los extraños, tenemos cámaras de seguridad por todas partes”, comenta el especialista del Instituto de Siquiatría del King’s College de Londres. “Hemos entrado en una era de paranoia. Y hay indicios de que las cosas empeorarán.”
El doctor Freeman ha ideado un método de “realidad virtual” para diagnosticar el trastorno, en el que los participantes se ponen audífonos, reaccionan a un ambiente simulado y luego completan cuestionarios.
Un factor en la “era de la sospecha” es la proporción cada vez mayor de personas que viven en las ciudades, señala. Este año, por primera vez, las poblaciones urbanas del mundo sobrepasan a las rurales. En 1800 apenas 5 por ciento de la población del planeta vivía en ciudades; hacia 2030, se espera que la cifra aumente a 65 por ciento.
Se sabe que la incidencia de la paranoia es dos veces más alta en las ciudades que en comunidades rurales, indica el doctor Freeman. “Los vínculos sociales son mucho más laxos en las ciudades que en las pequeñas comunidades rurales, en las que existen redes de apoyo constituidas y relativamente estables.
“El aislamiento social, frecuente desventaja de la vida urbana, se asocia estrechamente con los pensamientos paranoicos. En el Reino Unido, viven solas casi cuatro veces más personas que hace 50 años. El aumento de la paranoia es sin duda un desafío más de la urbanización galopante”, añade el especialista.
La distribución desigual de la riqueza tiene un papel esencial en la incubación de sentimientos paranoides, añade el médico. Investigaciones en Estados Unidos muestran que las poblaciones donde existe la mayor desigualdad de ingreso tienen los menores niveles de confianza y las mayores tasas de mortalidad. La desconfianza se asocia al aumento de las muertes por cáncer, enfermedades del corazón e infartos.
El doctor Freeman también critica a los medios de comunicación masiva por exagerar las amenazas y adoptar un enfoque informativo de “si hay sangre, va en primera plana”.
Las afirmaciones del siquiatra están contenidas en el libro Paranoia: the 21st century fear (Paranoia: el miedo del siglo XXI), publicado por la Oxford University Press.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario