Tengo varios amigos religiosos católicos, de derechas y de izquierdas, de historias de vida muy muy diferentes. Más todos se parecen en algo: hayan estado en una congregación conservadora o menos conservadora, todos han desarrollado procesos de despersonalización en mayor o menor grado, parecidos a los que tienen personas que han entrado en sectas, que también conozco algunos. Uno lo puede ver bien cuando hablan de su congregación, y en lugar de decir, la congregación tal decidió esto o va a hacer aquello sólo dicen algo estremecedor: "nosotros". Y lo que es de la congregación o que la hace, es como si lo tuviera ellos o lo hicieran ellos. Tristeza, pena, por no decir más es lo que se siente al ver a jóvenes brillantes reducidos a meros repetidores de consignas, a robots de alguna manera. Usar el cilicio en la piel y bañarse con agua fría, estar ocupados todo el día y toda la semana para no "distraerse"... las estretegias son diferentes más el fin es el mismo: no dejar que el "yo" se distraiga con "afectos desordenados" , que no son precisamente los ordenados por quien se cree que tiene poder. La premisa del establishment es la desconfianza, y meterla en el mismo tuetano de los jóvenes religiosos, hasta hacer que unos espíen y acusen a otros si no obedecen. Otra cosa que me llama la atención: tienen pocos amigos reales dentro de su grupo religioso, si es que tienen; y si sienten cierta libertad, mejor buscan amistades fuera. La confianza hacia dentro es escasa, más la sed de contacto humano nunca se va. Y ésto ocurren entre los institutos más conservadores y los menos por igual.
De ésto y más habla en un muy hermoso artículo de Jairo del Agua. Unos fragmentos:
"Cuentan que a los novicios de hace años se les mandaba plantar las lechugas boca abajo para probar su obediencia. Hoy esta anécdota histórica nos hace sonreír. Sin embargo en la formación religiosa todavía se insiste en consejos estereotipados que se oponen al sentido común.
De ésto y más habla en un muy hermoso artículo de Jairo del Agua. Unos fragmentos:
"Cuentan que a los novicios de hace años se les mandaba plantar las lechugas boca abajo para probar su obediencia. Hoy esta anécdota histórica nos hace sonreír. Sin embargo en la formación religiosa todavía se insiste en consejos estereotipados que se oponen al sentido común.
"Deberíamos volver menos la cabeza para atrevernos a mirar dentro y al frente. Atrevernos a soñar con una Iglesia -pueblo caminante- en la que prioricemos la construcción y reparación del hombre concreto, real y actual. En la que comencemos recuperando la fe en el hombre, hechura de Dios... "
PD. Ejemplos de manipulación mental entre los Legionarios de Cristo y el Opus Dei abundan. Otra forma en que el internet se ha convertido en instrumento de justicia.
PD. Ejemplos de manipulación mental entre los Legionarios de Cristo y el Opus Dei abundan. Otra forma en que el internet se ha convertido en instrumento de justicia.
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