Pregunta difícil para alguien que está dentro de la iglesia católica. Es muchas cosas a la vez, contradictorias muchas veces. Pero dejaré que hable un hombre al que admiro, Hans Kung, quien escribió un gran libro sobre el tema, The Catholic Church. En su página 159, cuenta el nacimiento de la iglesia católica moderna en 1871, en el Concilio Vaticano Primero, un período que creo se parece mucho al de hoy. Dice:
"... But even these social activities within the church finally lost credibility as a result of controversies over the definition of papal infallbility... In this discussion it became clear that modern democracy (which has largely abolished the absolutist system) and the Roman system (which formed in the eleventh century and put a religious brake on absolutism) were in conflict, indeed were like fire and water. In democracies the class system has disappeared; in the Roman system the clergy have the hupper hand by virtue of their status. In democracies efforts are made to secure and establish human rights and civil rights; in the Roman system human rights and the civil rights of Christians in the church are denied. In a representative democracy the people are sovereign; in the Roman system the people and clergy are excluded from the election of pastors, bishops and the pope. In a democracy there is equality before the laws; the Roman system is a two class system of clergy and laity..."
En resumen, aquí y ahora, la iglesia católica es una dictadura - y ha apoyado recientemente crueles dictaduras contra sus pueblos, sea en la España de Franco, el Chile del Pinochet o la dictablanda priista en México.
Ayer me comentaba alguien a quien aprecio que no todo joven que desea entrar al sacerdocio es "un buen buey que lame la coyunta", que porque su proceso de vocación es algo profundamente personal y que lo que muchos desean es servir. Puede ser válido, y creo que muchos jóvenes que tienen esa vocación son personas decentes. Pero uno no niega lo otro. Una cosa es ser bueno, y otra que la vocación nuble la realidad de los hechos: la iglesia católica actual es una estructura discursiva de odio hacia mujeres, gays y lesbianas... Hasta los progresistas jesuitas no pueden casar a una pareja del mismo sexo, aunque quieran. Y eso crea complicidad. Otorga legitimidad. Si yo me presto a ser sacerdote - de la congregación que sea o diocesano - seré un sacerdote católico. Y al serlo, legitimo un orden dado. No es como trabajar en el gobierno, ya que eso no me fuerza ser panista o perredista o lo que sea. Pero al ser sacerdote católico me obligo a formar parte de un aparato discursivo de control basado en el miedo - quiera o no. No puedo ordenar mujeres, no puedo casar gays, no puedo tener pareja... aunque quizá yo lo quiera.
Una vocación al bien y al servicio se compromete al tener dos amos tan disimbolos: la iglesia actual y Dios. La pregunta es entonces, ¿a quién sirven los sacerdotes - y hasta los laicos? ¿Al César o a Dios? Lo triste es que no pueden decidirlo. Por ahora.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
3 comentarios:
De acuerdo en varios de tus señalamientos, pero déjame y te cuento algo; aunque no soy católico, tengo familiares que sí lo son; uno de ellos, mi tío, forma parte de esas nuevas (bueno, no sé qué tan nuevas son realmente) estructuras de laicos que realizan una labor social y religiosa muy importante en regiones marginadas; él dice que está consciente de muchos errores e injusticias dentro de la iglesia católica, pero que cree sinceramente que puede colaborar mayormente a modificar esas conductas desde dentro que desde afuera... lo considero una persona honesta, comprometida y, de acuerdo, quizás demasiado confiado en que sus líderes buscan lo mejor para su grey; creo que mucha gente piensa como él y mientras esas bases de fieles permanezcan inamovibles, poco o nada cambiará.
Siempre me ha gustado la crítica de H. Kung por ser directa y aunque dura, necesaria.
Creo que es una de los mejores teólogos del mundo.
Me sorprende que pocos blogs hablen nada de él y su pensamiento. El tuyo ha sido casualmente uno de los "muy" pocos que mencionan a Kung en algún momento. He hecho un permalink a este post, también por un comentario de Hans.
Un cordial saludo.
La gente necesita de estos seres infalibles, la palabra de dios en la tierra, fueron educados para tener esa necesidad, aquella persona que les da explicaciones simplonas para lo que no entienden, que les da esperanzas nimias en momentos criticos, ese ser demasiado bueno a quien admirar, "el mundo nunca se va a cansar de monarcas" decía Adelbert Von Chamisso....
Publicar un comentario