martes, marzo 01, 2005
¿Qué es Dios?
Desde cómo tener relaciones sexuales hasta porqué el universo fue hecho, parece ser que las religiones explican todo. Y no sólo lo hacen, sino que creemos en esas explicaciones. Y... ¿porqué creemos que un elefante blanco embarazó a la madre de Buda o porqué creemos que un sacerdote católico debe escuchar nuestros más intimos momentos de vida? Porque nuestro cerebro es una máquina viva que evolucionó para creer, para tener modelos de realidad que le den tranquilidad en un mundo caótico, afirma Ian Sample en The Guardian. La ciencia ha ayudado a ya no ver al trueno como el martillo de Tor, pero aún vemos a lo inexplicable, al Mal en nuestra vida en una imaginario divino. El mes pasado, dice el artículo, una encuesta realizada en Irlanda encontró que el 87% de la población cree en Dios, y en lugar de golpear su fe, el 19% afirmó que las tragedias, como la del tsunami en Asia, la reafirman. Las tragedias nos dan miedo, son inexplicables, ergo Dios - lo inexplicable - las crea, ergo, Dios nos da miedo. La ciencia - las sociales y las naturales - están estudiando a lo religioso de forma seria y encontrando sorprendentes hallazgos. Cuando las evidencias se reúnen, forman un gran mosaico que forma patrones y que dicen hechos. Uno de los más consensados: el cerebro necesita creer para poder vivir con sentido. Y los publicistas, y los políticos lo saben. Necesitamos heroes, villanos, rayos de esperanza e innombrables, cuentos de hadas al fin y al cabo... porque necesitamos creer. ¿Qué es Dios? Para el cerebro al menos, una historia, y casi siempre estadísticamente, una de miedo. Por eso las iglesias tienen clientela. Tranquilizan los rebaños temorosos. "No teman" dice la famosa frase de Jesús que repite hasta el asco el Papa. ¿Pero porqué no temer? Si el mundo parece un infierno a veces... Y aquí entran una respuesta: Conocete a tí mismo, amate a tí mismo, ama a los demás y no temerás. Pero... entonces, ¿porqué las iglesias, sinagogas, mezquitas sólo repiten discursos de odio y miedo? Porque el miedo empodera al que lo propaga y debilita al que lo recibe. El amor empodera a ambos, pero... ¿quién quiere un pueblo con poder?
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1 comentario:
que sabias tus palabras, una felicitación por tu excelente blog y adelante
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