No sólo católicos tradiconales han puesto en duda la desición, sino la izquierda italiana se lamenta del hecho.
"La ex ministra ex comunista Livia Turco (católica) ha dicho que ahora los franciscanos, "privados de autonomía y sometidos a la autoridad de la Conferencia Episcopal Italiana tienen las manos atadas y ya no pueden ser puentes entre la Iglesia y la sociedad" y el diálogo interreligioso están en peligro.
Según Turco, los santuarios de Asís no son "cuevas de rebeldes apóstatas o herejes, sino un formidable punto de encuentro entre laicos y creyentes, un punto de referencia para todas las conciencias".
El escritor Gad Lerner aseguró que el llamamiento al orden es una vuelta de la Santa Sede "al tradicionalismo" y para el cura Vitaliano Della Sala, líder de los católicos antiglobalización, se trata de una falta de democracia interna y una medida que desorienta a quienes tienen a Asís como "punto de referencia en las batallas pacifistas"...."
Ya estamos entendiendo un poco mejor la psicología de Ratzinger: es rencoroso, vengativo diría yo. Frío, calculador, paciente... puede esperar años, décadas, pero no dudará el cobrarse lo que sienta es "suyo". Lo que él piensa es que la iglesia católica es suya, y está muy equivocado...
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