Eso es lo que es José Mariani, sacerdote católico argentino que publicamente puso en duda la legitimidad del celibato y la moralidad de descalificar a la homosexualidad. Es tan sobresaliente y singular este ejemplo de valentía y congruencia, que copio toda la noticia publicada (5 Oct, 2005) en Colegaweb:
Según informó hoy el diario trasandino La Mañana, el religioso, José
Mariani, que vertió sus polémicas opiniones a la prensa el pasado mes de
septiembre, fue conminado por el Obispado de la Provincia de Córdoba para
retractarse, también públicamente, de sus dichos, sin embargo el sacerdote
volvió a desafiar a la curia, y mediante una larga misiva la retó a probar
la falsedad de sus aseveraciones.
A modo de ejemplo y tras afirmar que "la homosexualidad, en muchos casos,
es irreprimible porque es una expresión natural", el religioso admitió que
se retractaría ante sus superiores en la Iglesia, sin embargo agregó que
"si la Organización Mundial de la Salud (OMS), que excluyó a la
homosexualidad de las enfermedades, se equivoca con toda su investigación
científica y la Iglesia está acertada calificándola como antinatural y
desordenada, me retracto. Pero si la OMS tiene razón debo ratificar mi
posición como la única que realmente puede contribuir a terminar con una
discriminación injusta y cruel", condicionó.
El sacerdote criticó también el papel alejado frente a la sociedad que
estaría asumiendo la Iglesia Católica, "¿no es juicio de la mayoría de la
gente que en cuestiones de la sexualidad se mantiene una actitud cerrada e
incomprensiva?¿es fabulación mía que eso sucede con los preservativos y el
SIDA, con el placer ajeno a la sexualidad, con el rechazo de la educación
sexual? Si una mayoría calificada no sostiene eso y es simple fabulación
de dos o tres interesados me retracto. De otro modo, no tengo por qué
hacerlo", desafió el religioso.
Criticó finalmente el sacerdote la imposición del celibato, al que
consideró un "obsesivo mantenimiento de la Iglesia de esta medida
disciplinaria que provoca desviaciones, represiones, infelicidad (...)".
El rebelde sacerdote, que podría ser sometido a un juicio canónico,
insistió en que "si el celibato tiene verdadero fundamento bíblico, si es
observado con facilidad y alegría por la mayoría de quienes lo han
aceptado (...) y si en realidad le hace mucho bien a la Iglesia, me
retracto gustosamente. De otro modo, no creo que deba hacerlo".
Concluyó sentenciando el religioso, y ante el emplazamiento del episcopado
local a desdecirse de sus dichos y cuyo plazo perentorio vence hoy, que
"retractarse es volver atrás de lo afirmado. Sólo corresponde cuando uno
se da cuenta de que sus afirmaciones no son verdaderas. De otro modo
constituiría una traición a la propia conciencia".
¿Qué pasaría si más y más sacerdotes se paran y ponen en duda la dictadura contra el amor que impone Roma? Sería el regreso del Evangelio, de la Buena Nueva. Nietzsche lo dice bien (El Anticristo): "¿Qué significa la "buena nueva"? Significa que ha encontrado la verdadera vida. La vida eterna no es una promesa, sino que ya existe, está en nosotros; como un vivir en el amor, en el amor sin detracción o exclusión, sin distancia. Cada uno de nosotros es hijo de Dios; Jesús no pretende absolutamente nada por sí sólo; cada uno de nosotros es igual a otro como hijo de Dios... "
Gracias a José Mariani por mostrar que aún hoy la verdad nos puede hacer libres.
Según informó hoy el diario trasandino La Mañana, el religioso, José
Mariani, que vertió sus polémicas opiniones a la prensa el pasado mes de
septiembre, fue conminado por el Obispado de la Provincia de Córdoba para
retractarse, también públicamente, de sus dichos, sin embargo el sacerdote
volvió a desafiar a la curia, y mediante una larga misiva la retó a probar
la falsedad de sus aseveraciones.
A modo de ejemplo y tras afirmar que "la homosexualidad, en muchos casos,
es irreprimible porque es una expresión natural", el religioso admitió que
se retractaría ante sus superiores en la Iglesia, sin embargo agregó que
"si la Organización Mundial de la Salud (OMS), que excluyó a la
homosexualidad de las enfermedades, se equivoca con toda su investigación
científica y la Iglesia está acertada calificándola como antinatural y
desordenada, me retracto. Pero si la OMS tiene razón debo ratificar mi
posición como la única que realmente puede contribuir a terminar con una
discriminación injusta y cruel", condicionó.
El sacerdote criticó también el papel alejado frente a la sociedad que
estaría asumiendo la Iglesia Católica, "¿no es juicio de la mayoría de la
gente que en cuestiones de la sexualidad se mantiene una actitud cerrada e
incomprensiva?¿es fabulación mía que eso sucede con los preservativos y el
SIDA, con el placer ajeno a la sexualidad, con el rechazo de la educación
sexual? Si una mayoría calificada no sostiene eso y es simple fabulación
de dos o tres interesados me retracto. De otro modo, no tengo por qué
hacerlo", desafió el religioso.
Criticó finalmente el sacerdote la imposición del celibato, al que
consideró un "obsesivo mantenimiento de la Iglesia de esta medida
disciplinaria que provoca desviaciones, represiones, infelicidad (...)".
El rebelde sacerdote, que podría ser sometido a un juicio canónico,
insistió en que "si el celibato tiene verdadero fundamento bíblico, si es
observado con facilidad y alegría por la mayoría de quienes lo han
aceptado (...) y si en realidad le hace mucho bien a la Iglesia, me
retracto gustosamente. De otro modo, no creo que deba hacerlo".
Concluyó sentenciando el religioso, y ante el emplazamiento del episcopado
local a desdecirse de sus dichos y cuyo plazo perentorio vence hoy, que
"retractarse es volver atrás de lo afirmado. Sólo corresponde cuando uno
se da cuenta de que sus afirmaciones no son verdaderas. De otro modo
constituiría una traición a la propia conciencia".
¿Qué pasaría si más y más sacerdotes se paran y ponen en duda la dictadura contra el amor que impone Roma? Sería el regreso del Evangelio, de la Buena Nueva. Nietzsche lo dice bien (El Anticristo): "¿Qué significa la "buena nueva"? Significa que ha encontrado la verdadera vida. La vida eterna no es una promesa, sino que ya existe, está en nosotros; como un vivir en el amor, en el amor sin detracción o exclusión, sin distancia. Cada uno de nosotros es hijo de Dios; Jesús no pretende absolutamente nada por sí sólo; cada uno de nosotros es igual a otro como hijo de Dios... "
Gracias a José Mariani por mostrar que aún hoy la verdad nos puede hacer libres.
2 comentarios:
Uhmm...Creo que dentro de todos los sucesos mundiales que estan ocurriendo, este tipo de actitudes, como la del sacerdote de este Post, son un viento refrescante que nos llega a la cara directamente. Por ejemplo en México, el Senado de la Republica acaba de aprobar un cambio a la ley para que ningun estudiante sea discriminado,separado, por motivos de salud,vih sida. Poco a poco en el mundo debe ir gobernando la voz de todos, de las mayorias y de las minorias. Aunque sea despacio, pero hay que ir para adelante, nunca para atras. Por ultimo, me agrado mucho el comentariio anterior de Roberto Iza...
Publicar un comentario