miércoles, febrero 27, 2008

Isis llega a Tenochtitlan... de nuevo



Hoy en la noche se inauguró la exposición Isis y la Serpiente Emplumada, en el Museo Nacional de Antropología. Es la misma que estuvo hace unos meses en el Forum de Monterrey, y que afortunamente pude ir a ver. Así que les aconsejo vayan a verla, porque así entenderán varias de la cosas que a veces hemos charlado aquí. Isis es quizá la más importante diosa de la historia humana. Cobra fama en Egipto como la madre de Horus y la esposa de Orisis - esa sagrada familia - pero sus orígenes se cree se remontan a Semiramis, en Babilonia. Roma la adopta y expande su culto por toda la cuencia del Mediterráneo. Su fiesta es el cinco de marzo, y se le celebraba como la Isis Navegante, la regente de los marinos, ya que ellos se orientan en la noche gracias a su estrella, Sirio. Isis se asimila a María en la Edad Media, y pasa a ser la patrona de cada catedral. No por nada en Francia, en la catedral de Chartres, hay un vitral donde aparece, y de donde tomó su corona para diseñar la bandera de la Unión Europea.

La Isis Navegante llega hasta nuestros días, siendo esta imagen el escudo mismo de la ciudad de París, no por nada tampoco llamada así en honor de la diosa.
Sirio, su estrella era vista como la luz que guiaba en la oscuridad del mar, de la vida. No es por nada que Francia entonces regala a los Estados Unidos a su regente para que cuidara al puerto de Nueva York. Pero también Isis vino a México, y lo hizo antes que la Estatua de la Libertad.

Isis es una diosa morena - tradición luego copiada tambien muchas vírgenes Marías en Europa, como la Vírgen de Guadalupe, en Extremadura, España - que tiene un hijo, es decir es una diosa madre, pero una que engendra siendo vírgen, ya que Osiris no tuvo relaciones con ella. Y una divinidad así existe en México. Una pista es que se su fiesta es el 12 de diciembre. Así es, la Vírgen de Guadalupe parece ser la Diosa de los Mil Nombres, como bien se le llama a Isis también. ¿Y porqué lo creo? Hay una clave oculta en esa fecha, escondida por alguien hace siglos, esperando a fueramos maduros y pudieramos darnos cuenta de quienes somos hijos, a qué tradición pertenecemos. Para ocultar mensajes antes se usaban anagramas, mezclas de letras y números. 1212 es un anagrama, ya que si pulimos los unos y giramos los números dos y los convertimos en s, podemos leer claramente isis. ¿Será acaso casual que la virgen triunfiante vestida de sol que aparece en el manto de Juan Diego es la que aparece en Apocalipsis 12 y que su corona tiene 12 estrellas?

Somos hijos de Egipto, de Babilonia, y quién sabe de dónde más. La iconografía es la misma, una usa la luna como corona, y la otra como base; uno ya amamanta, pero la otra está por dar a luz. Quizá ese fue el éxito de su llegada a México, ya que ayudó a alumbrar a la nueva nación.

¿Quién lo dejó ese mensaje ahí? Alguien astuto, pero alguien que sabe que esa diosa es agil, y que lleva milenios siendo la madre simbólica de Occidente, y quizá ahora de toda la humanidad.


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