Etica y discriminación, los temas que dominan los Oscares
Los Oscares de chocolate son cubiertos con polvo dorado. Las figurillas serán parte de la decoración de la cena para celebrar la entrega de los premios Foto Ap
Los Angeles, 22 de febrero. Los Oscares desarrollaron este año una conciencia social con temas duros de la vida real, que van desde la ética en los grandes negocios y los medios hasta las tensiones raciales, todos en el menú central de los filmes que compiten por los premios más importantes.
Las tensiones raciales en una gran urbe, el terrorismo en Medio Oriente, la libertad de expresión, así como el espinoso tema de la tolerancia homosexual, completan una lista inusualmente seria de enfoques inspirados en el mundo actual y por el que tendrán que pronunciarse los votantes al Oscar este año.
"Es inusual tener este número de películas serias en una sola cosecha de los Oscar", opinó Marty Grove, columnista de la edición en línea especializada en el espectáculo Hollywood Reporter.
"Hace algunos años una película seria hubiera sido algo extraño, pero existe más respeto, el cual ha sido pagado con los reconocimientos a quienes lo han hecho (ese cine diferente) y más aceptación para las cintas pesadas, tanto de ficción como documental, por parte de la audiencia", recalcó.
Los cinco largometrajes que compiten por mejor película y mejor director este año cuentan esas historias que alguna vez Hollywood pensó que eran demasiado serias y oscuras para conquistar a las masas, al igual que en varias de las otras postulaciones de este año domina lo real, puro y duro.
Agudeza periodística
Capote, una mirada al escritor estadunidense Truman Capote durante la creación de su obra A sangre fría, muestra con agudeza la ética periodística, mientras el filme del actor y director George Clooney Good night, and Good Luck se centra en las formas en que un narrador de noticias confronta al senador estadunidense Joseph McCarthy durante la represión de comunistas, en 1950.
El drama del canadiense Paul Haggis Crash, que va bien armado a la gala del 5 de marzo con seis candidaturas incluyendo mejor película, mejor director, mejor guión original y mejor actor de reparto para Matt Dillon, dibuja la historia de cuatro personas de diferentes orígenes que se ven forzadas a confrontar sus prejuicios cuando sus vidas chocan.
La película del consagrado Steven Spielberg, Munich, esboza el drama de los Juegos Olímpicos de 1972.
Mientras Brokeback Mountain, con ocho postulaciones para la noche de los Oscares, plasma el amor tortuoso, por imposible, de dos vaqueros que se enamoran en el conservador lejano oeste de Estados Unidos.
El thriller del brasileño Fernando Meirelles, El jardinero fiel, con cuatro candidaturas incluida mejor actriz de reparto para la británica Rachael Weisz y mejor adaptación de guión, desnuda las estrategias despiadadas de una multinacional farmacéutica para probar sus fórmulas en Africa.
Reflexiva
Syriana plantea una reflexión sobre las políticas que llevan a cabo las petroleras de Estados Unidos en Medio Oriente, y llega a la competencia con dos candidaturas, una para mejor actor de reparto para George Clooney.
"Todas estas películas reflejan las preocupaciones que tienen los cineastas por nuestra sociedad", sostiene Grove.
"Después del 11 de septiembre el mundo está preocupado por temas que enfrentamos, como la moralidad en los medios y en los políticos o las corporaciones multinacionales, todo esto ha sido carnada para provecho de los cineastas", afirmó.
La guerra que lidera Estados Unidos en Irak, varios escándalos financieros y la sospechosa incapacidad de los medios por desempeñar un papel de contra -poder, han llegado a la gran pantalla para hacer un ejercicio en las mentalidades de los espectadores, dijo por su parte el profesor, Leo Braudy, especialista en cultura popular en la Universidad de California del Sur.
"Tengo la tendencia a ver (este fenómeno) como el lado oscuro de James Bond, las películas en las cuales los héroes ganan contra un sólo enemigo megalómano. El modelo de James Bond es demasiado fácil. La vida ya no es tan simple", afirma el profesor, apoyándose en el ejemplo de Syriana.
En la competencia de filmes que marcan distancia con el típico cine de Hollywood, con excepción de Memorias de una geisha, con seis candidaturas, la parte de diversión no perdió su lugar.
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