México necesitaba más jaleo en estas campañas de atole, y quien vino a salvarnos fue don buen Carlos Monsivaís, quien en la premiación de los premios de artes y ciencias realizada en Los Pinos le dijo al establishment que ya se deje de mezclar al Dios y al César. Y don Juan Diego Abascal Carranza - ¿acaso el Juan Diego hecho santo no es igualito a Abascal? - que le contesta ardido al intelectual con un: tú también eres fundamentalista. Lo que el pobre señor secretario de Gobernación no ha entendido es que nuestro premio nacional de lingüistica e historia habló como ciudadano mexicano, y no como él suele hacerlo, como funcionario público que cobra del erario.
Y Monsiváis no se quedado sólo bajo la lluvía fundamentalista que viene de Bucareli, reporta Milenio Diario:
"Juan Villoro coincidió con Monsiváis en la idea de que Carlos Abascal ha cruzado varias veces la línea fronteriza entre el ejercicio cívico y la fe, como el hecho de haber asistido, siendo responsable de la política interna, a una ceremonia de beatificación de mártires cristeros, en el Estadio Jalisco.
“Creo que el culto religioso debería ejercerlo de manera privada, no en actos públicos. También me parece peligroso y grave que se oponga a iniciativas de la Secretaría de Salud, como la píldora del día siguiente, y aunque diga que sus declaraciones son a título personal, no puede pasar por alto que él es el secretario de Gobernación.”
Al referirse a la frase de Abascal –“yo respeto a los fundamentalistas que me acusan de ser fundamentalista”-, Villoro consideró grave que hable de sus críticos así, sobre todo porque Monsiváis hizo muy bien al establecer en su discurso la necesidad de una educación laica y de un ejercicio de la política laico, con respeto a las religiones de cada quien.
“Me parece totalmente errada la apreciación. Digamos que Carlos Abascal le ladra al árbol equivocado, porque justamente se trata de alguien que está pretendiendo que se abra la discusión hacia la tolerancia y no se haga el fundamentalismo. Carlos es una de nuestras inteligencias mayores.”
Elena Poniatowska también entró en defensa del escritor, al asegurar que se trata de un espíritu y una inteligencia superior: “Abascal debería agradecer que tengamos en México un ser de este nivel intelectual y de este nivel moral.”
Tan cerca de Abascal y tan lejanos de Dios...
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