¿Puede una mujer dirigir Francia?

Alemania, Chile, y hasta Liberia en Africa han hecho lo que parecía imposible en los meses pasados: elegir una mujer como Presidente. Newsweek comenta que ahora quizá le toque su turno a Francia, una nación cuya última heroína fue Juana de Arco. Y ahora sucede lo impensable, una mujer, la socialista Segolene Royal acaba de pasar al conservador Nicolas Sarkozy en las encuestas por primera vez, y en un país donde la política siempre ha sido el coto de los hombres. Faltan aún 14 meses para la elección presidencial, pero no nos equivoquemos: algo extraño está ocurriendo en la psique del hexágono. La población está muy molesta con el establishment político, en una palabra está harta. Quiere una nueva generación en el poder, nuevas caras, nuevas ideas, y Royal pone el dedo en la llaga. Y algo más: está llenando el simbólico vacío que los hombres han creado en la política francesa. Sólo lean:

"Coming soon after the surprise election of Spanish Socialist Jose Luis Rodriguez Zapatero in Spain, supporters began referring to Royal as "la Zapatera." For the Socialists, she is a surprising, even astonishing tonic. Beaten decisively by Chirac a decade ago, and again in 2002 (when even far-right fringe parties outpolled the Socialists), France's party of the left has, until Royal's rise, seemed lost in a political wilderness. But recent events have helped change the landscape. The bitter split with the United States over Iraq, rising fears of globalization, the divisive referendum on the European Union constitution and this fall's fiery race riots appear to have sparked a hunger for fresh faces, new directions and, perhaps above all, new national priorities. In contrast to the men fighting tooth and nail to succeed Chirac, Royal is the very embodiment of something new. "Mothers don't care about ideology, but they feed you," says Rappaille. "They respond to everyday needs—social protection, medical care. It's all implied."

Estén seguros de que escucharemos más de Segolene Royal.