"La soberanía nacional, no olvidemos, es el poder supremo de los pueblos. Y como dice nuestra Constitución, todo poder público dimana del pueblo y se establece para su beneficio.
Según lo aclaró el Congreso Constituyente de 1917, cuando se discutió y se aprobó el artículo 39, en el Diario de Debates aparece que se sostuvo este artículo con argumentos como este, leo textualmente: “Siendo el pueblo soberano, es el que se da su gobierno, elige a sus representantes, los cambia según sus intereses; en una palabra: dispone libremente de su suerte”.
Con apoyo a este artículo es que estamos convocando a la Convención Nacional Democrática.
La decisión del Tribunal Electoral definirá la profundidad y el rumbo de nuestro movimiento. Si se convalida el fraude, repito, nuestro deber ciudadano será terminar con este sistema político basado en la farsa democrática y en las instituciones que sólo sirven para legalizar el abuso del poder.
En su lugar tendríamos que hacer valer la democracia como forma de vida. En esta tarea es y seguirá siendo nuestra principal fuerza la movilización conciente de los mexicanos, la movilización conciente de nuestro pueblo.
Esta lucha llegará hasta donde lo decida la representación de todos los pueblos, comunidades, barrios y colonias de México, que se reunirán en la Convención Nacional Democrática el próximo 16 de Septiembre.
La Convención podría, entre otras cosas, plantear el fin de la República simulada y construir las bases de un poder democrático, de un verdadero Estado social de Derecho, para llevar a cabo las transformaciones que el país necesita..."
Que no digan que no nos advirtió: Andrés Manuel López Obrador ya no desea la Presidencia, ni la democracia ni todo ese rollo teórico, desea terminar con la República. Eso se llama en ciencia política "traición". Lo mismo se propusieron muchos otro hombres autoritarios antes que él, desde Franco a Castro, sin importar geometrías políticas.
A López Obrador se le olvida decir que después del artículo 39 en la Constitución viene el 41 que dice:
"Artículo 41.- El pueblo ejerce su soberanía por medio de los Poderes de la Unión, en los casos de la competencia de éstos, y por los de los Estados, en lo que toca a sus regímenes interiores, en los términos respectivamente establecidos por la presente Constitución Federal y las particulares de los Estados, las que en ningún caso podrán contravenir las estipulaciones del Pacto Federal. La renovación de los poderes Legislativo y Ejecutivo se realizará mediante elecciones libres, auténticas y periódicas..."
No es con una "Convención Nacional Democrática" que la Constitución autoriza decidir el futuro de la nación, lo decide el pueblo por medio de los Poderes de la Unión, y en especial a través del Congreso de la Unión, que en su caso se convierte en Asamblea Constituyente. Todo otro intento de decidir a nombre del pueblo, como él dice, es espurio, falso, demagógico, cínico y sobre todo, anti democático.
El sabe que no ganó, entonces no quiere que nadie gane. Si no dirige él la República que nadie la dirija. Y al final de su discurso la gente en el Zócalo le aplaudió...
Soy comunicólogo y este imagen no me deja de hacer recordar una línea de argumento del Episodio III de la Guerra de las Galaxias, cuando la Senadora/Emperatriz Padme Amidala ve como se decide el fin de la República para que se convierta en Imperio con una frase que lo dice todo: "Así muere la libertad, con un estruendoso aplauso." ¿Recuerdan como hace poco López Obrador afirmaba que no habría paz si no había recuento? También encontré esta frase del Senador Sidious/Emperador Palpatine, de la misma película:"Una vez más los Sith dominarán la galaxia. Y tendremos... paz"
Como dice Erick Fajardo:
"... Nuestros sueños más sublimes y nuestros deseos más nobles – si son egoístas – pueden convertirse en la pesadilla de los otros. Siempre habrá quién pretenda hacer del mundo la materialización de su propio sueño y eventualmente sienta a la democracia y la libertad como obstáculos en la realización de su proyección personal del bien común. El tránsito de héroe a villano surca la delgada línea del respeto al derecho del otro y a la decisión colectiva. "Terminar con nuestros enemigos será la única manera de regresar la paz", fue el argumento del Canciller Palpatine.
Los enemigos de la República suelen no estar fuera de ella sino dentro los muros de palacio, parece ser la lección. Los verdugos de la democracia – en Corusant y en la Tierra – dicen defenderla cuando nos la arrebatan.
Del mismo modo, los grandes hombres que degeneran en erráticos mesías nacen igual en Tattoine que en Bolivia; los hay en el último rincón del universo y en el último rincón de la tierra..."
La misma promesa que desató la Revolución de 1910, una purificación para refundar las instituciones de la República, al costo de un millón de muertos. Que rápido perdemos la memoria... Tardamos casi un siglo en reconstruir la democracia en la República, y ahora por un descuido está siendo arrebatada de nuevo. Hoy es la primera vez en mucho tiempo que siento algo, siento miedo, y no por mí, sino por todos...
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