miércoles, octubre 13, 2004

Estados Unidos gana casi todos los Nobel en ciencias

Y eso es bueno para todo el mundo, dice Stephen Evans de la BBC News.

Dice que en ésta época del año en que se entregan los Nobel recuerda a la película La Vida de Brian. En ésta, un rebelde "anti imperialista" le grita a la multitud: "¿Qué han hecho los romanos por nosotros?". Así desea incitar a la gente a la guerra. Pero la gente no es tonta y contesta: "sanidad", "medicina", "educación", "caminos", "el drenaje"... Esa fue la maravilla de la romanos, a donde iban llevaban las maravillas de Roma.

Hoy, esas maravillas las da la ciencia, y quienes las están hallando y distribuyendo principalmente son los Estados Unidos.

Este año de 12 premios en general, siete fueron para americanos, y de los premios en investigación científica (Medicina, Economía, Física y Química), los americanos ganaron 10. Y ésto no es una anomalía. Desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, las universidades americanas han ganado el 60% de los Nobel.

Ah, pero los cínicos dirán: es que los gringos tienen el dinero para hacer esa investigación y nosotros no. Decir eso es una injusticia afirma Evans.

No solo con dinero se consiguen premios. Una fuerte cultura de investigación es necesaria. En promedio, los Estados Unidos gastan el 2.7% de su PIB en investigación y desarrollo, comparado con el 1.9% de la Unión Europea. No por nada reportó la revista Time hace poco que muchos científicos europeos se están mudando a las universidades americanas. La burocracia de la cultura académica está matando a la investigación.

Aún no se entiende bien como la cultura y la economía interactuán en el desarrollo, pero es claro que lo hacen. Las teocracias por ejemplo, sean Arabia Saudita o el Vaticano, no están interesadas en la investigación en ciencia y tecnología. Las únicas preguntas que les interesan son las que pertenecen a Dios. Así, las demás preguntas se quedan calladas.

El mundo sin embargo se mueve, parafraseando a Galileo, pero aún es Estados Unidos, que como en el pasado - el láser, el teléfono, el automovil, el internet, el rascacielos, el nylon, la PC... - nos sorprende con maravillas que modelan al mundo, y a nosotros.


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