viernes, octubre 08, 2004

¿Primero desarrollo y luego la democracia?

Esa fue la premisa de Porfirio Díaz, y luego la fue de los gobiernos revolucionarios del PRI durante más de 70 años. Debido a ese paradigma, las generaciones educadas hasta fines del siglo XX se volvieron cínicas y conformistas: "es que así somos", "ni le muevas, que así son las cosas", "México es un país del tercer mundo"... Lo que no dicen que así hicieron el país, ya que no tiene problemas por generación espóntanea.

¿Porqué la democracia y el desarrollo no se contradicen? El premio Nobel de economía Joseph Stiglitz y otros autores escribieron un buen ensayo que fue publicado en Foreign Affairs y el New York Times (acceso gratis con registro previo). Ellos dicen:

"El desarrollo económico hace posible la democracia", afirma el Website del Departamento de Estado de Estados Unidos, apoyando un argumento muy influyente: que los países pobres deben desarrollarse economicamente antes de que democraticen. Pero los datos históricos prueban lo contrario. Las democracias pobres han crecido al menos tan rápido como las autocracias pobres y las han significativamente sobrepasado en la mayoría de los indicadores de bienestar. También lo han hecho mejor al evitar catastrofes. Desechar el argumento de "desarrollo primero, democracia después" es crítico no solo porqué está errado sino porque lleva a políticas equivocadas, políticas que han minado los esfuerzos internacionales por mejorar las vidas de cientos de millones de personas en el mundo en desarrollo.

Los que cren que la democracia sólo puede afianzarse en un estado que se ha desarrollo económicamente, predican un lento proceso de promoción de la democracia. Pero nosotros y otros creemos que los países a menudo permanecen pobres precisamente porque retienen estructuras políticas autocráticas y porque la estrategia de desarrollo primero perpetúa un ciclo mortal de pobreza, conflicto, y opresión."

México ya se quitó las cadenas de las elecciones fraudulentas con muchos esfuerzos, y eso nos ha dado una confianza que ahora sentimos que ha estado siempre aquí. El próximo paso - y a la luz de los vergonzosos eventos de los últimos días - es fortalecer la República como estructura democrática de convivencia entre todos. Si cualquiera de los tres poderes se pierde, perdemos todo.

El error de haber perdido la República en 1910 nos llevó a una sanguinaria guerra civil donde murieron un millón de personas. No podemos darnos el lujo de perder la República de nuevo, ya que sería ahora para siempre.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Oye pero, ¿por que seria para siempre?, digo lo malo de la guerra es la guerra en si, ym uchas veces la guerra la terminan ganando la peor de las opciones _(lo que no deja mucha esperanza para las futuras generacion que vivan ahi)pero la idea de republica -por no decir de la de democracia- es tan apreciada en el interior por todos los seres humanos, que estoy seguro que seria imposible desaparecerla de la mente de las personas,(es decir una guerra podra quitarnos la republica pero nunca las ganas de vivir en una) y eso hace que tarde que temprano, genaracion mas, generacion menos se termine por hacer realidad