Ayer en la noche fuí a un evento singular. La presentación -para mí al menos- del movimiento Slow Food. Tomaré de su folleto la definición oficial:
"Slow Food es una asociación internacional sin ánimo de lucro nacida en 1986 como respuesta a la invasión homogeneizadora de la "fast food" y al frenesí de la "fastlife". Hoy agrupa a más de 80 000 personas en 104 países de los cinco continentes. Los Convivia - 750 en total - son el punto de referencia del movimiento sobre el terreno, y organizan iniciativas para los asociados."
Este movimiento nace en Italia y se ha esparcido a una gran velocidad por todo el planeta con una sola premisa: la defensa del placer, del derecho al placer a vivir bien. Y ésto se logra defendiendo baluartes esenciales: la diversidad biológica y cultural. Como estrategias de defensa Slow Food ha creado el Arca dek Gusto, el Premio Slow Food, la noción de "eco gastronomía"...
Del próximo 20 al 23 de octubre, en Turín, Italia, se realizará un encuentro mundial entre las comunidades del alimento local y sustentable. Se reúnen para rescatar tradiciones milenarias - el cultivo del amaranto en México aprendí ayer tiene una historia de siete mil años - y para hacer una labor educativa y de conciencia.
Van a ir a Turín cerca de 100 productores de alimentos locales/sustentables como amaranto, maíz, mezcal, miel, hortalizas, carne, pescado, chocolate, frutas, nopal/tuna, tequila, miel de maguey, vainilla, especias, hongos, leche y quesos, café...
Todos éstos son pruductos que respetan al medio ambiente (son orgánicos, o no tienen hormonas sintéticas...) y refuerzan el tejido social. Suerte a ellos en Turín.
Conocí muchos proyectos y personas sumamente interesantes, pero les contaré más, más tarde... Pero recuerden, consuman productos locales - y más si son ambiental y socialmente justos - apoyen los productores locales, que los globales se defienden solos.
miércoles, octubre 06, 2004
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