Gracias a las recomendaciones de varios amigos instalé Firefox, el nuevo navegador web que está poniendo en riesgo la hegemonia del Internet Explorer de Bill Gates.
Ligero, por ende muy veloz en su navegación. Seguro, ya que es capaz de reconocer sitios clones con direcciones falsas. Además bloquea los incomodos pop ups que salen sin querer y como navegador tiene mucho menos fisuras que el explorer.
Fácil de usar, transfiere todos los bookmarks y passwords del anterior navegador sin problemas. Estadísticas del web muestran que el Firefox le está comiendo cada día más más espacio el Explorer de Microsoft. En sólo cinco días, la nueva opción rebasó la meta del millón de descargas y la semana pasada registraba encima de 3.5 millones, dice el diario Reforma.
Pero más allá de todo ello, Firefox está construído con software libre, es decir, no a base de software propietario como es el modelo de Gates. Así, voluntarios puede mejorar Firefox y hacerlo disponible para todos de forma gratuita. Hay más razones para usarlo, una de las cuales me gusta es que así se puede hacer algo - aunque sea pequeño - contra el mayor monopolio de la era de la información.
Hice la prueba y me gustó. Hagan la suya.
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