martes, febrero 22, 2005

La Muerte de los Jesuitas (2)

Antes eran vistos como los líderes intelectuales de la iglesia católica. Eran vistos como los mejores educadores de Occidente. Algo terrible ocurre entonces cuando la Compañía de Jesús cierra escuelas (como el Instituto Teológico en la Ciudad deMéxico) y cuando sus teólogos más reconocidos son amonestados por Roma - y no defendidos ni por el Padre General de los jesuitas. Parece ser que 2005 será un terrible año para la Compañía:

1. El Instituto Teológico Jesuita será cerrado a fines de este semestre debido a fallos en la enseñanza detectados en una investigación realizada por el Vaticano. Varios maestros fueron calificados como incompetentes, por violar con la educación oficial católica. La escuela será cerrada y convertida en oficinas. Los jesuitas que ahí estudian tendrán que ir a la Universidad Iberoamericana. Vale decir que la Compañía ya ha cerrado más escuelas en México - como el famoso Patria - y cerrar más sería virtualmente un suicidio...

2. John Allen cuenta en la última edición del National Catholic Reporter como un reconocido teólogo jesuita a sido "notificado" por haber publicado un libro que no reconoce a Jesús como persona de la trinidad y lo coloca en categoría de profeta. Su error teológico es tal que ni siquiera sus compañeros en la Compañía pueden defenderlo...

"Jesuit Fr. Gerald O’Collins, who teaches at Rome’s Gregorian University and is widely considered a leading Christologist, said the basic problem with Haight’s approach is that “there’s no difference in kind, only in degree, between Jesus and other religious people.”

“Mother Teresa was also a symbol of God,” he said. “I wouldn’t give my life for Roger Haight’s Jesus. It’s a triumph of relevance over orthodoxy.”

O’Collins is not a knee-jerk defender of Vatican crackdowns; he was the advocate for Dupuis in his lengthy back-and-forth with the Congregation for the Doctrine of the Faith, and was critical of both the process and outcome. Yet O’Collins said he sees major differences between Dupuis and Haight.

“Dupuis took Jesus as the incarnate Son of God, and for him that was not debatable,” O’Collins said. “That Christ rose from the dead was nonnegotiable. This isn’t the case with Haight.”

As a Jesuit, O’Collins said he has been stressed by what he perceives as Haight’s unwillingness to accept “friendly and loving criticism... Moreover, the Jesuit order has chosen to make no official comment on the Haight notification, in contrast with the spirited defense put up by the superior of the Jesuits, Fr. Peter-Hans Kolvenbach, for Dupuis. Privately, sources told NCR that Kolvenbach concedes there are “serious problems” with Haight’s book. All this suggests that objections to Jesus Symbol of God are not restricted to a narrow band of Vatican disciplinarians..."

Ese es el problema de la Compañía de Jesús hoy: la arrogancia. Cree que puede vivir del crédito del pasado. Sí, fue cuna de la educación de la élite y la vanguardia occidental durante siglos, pero la duda es si podrá seguir haciéndolo... Ojalá así sea en verdad, más tendrá que hacer lo que nunca ha hecho: dudar de sí misma. Sin esa duda razonable, sin creer que puede ser mejor y no vivir del mythos nada más, sus virtudes serán convertidas en vicios. Esto ya no es terreno de "tiempos, lugares y personas" o de casuistica. La Compañía debe decidir llanamente si quiere seguir existiendo, para qué, y cómo. Si no lo deciden ellos, desgraciadament otros lo harán en su lugar...


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