viernes, julio 11, 2008

Convierten basurero en huerto comunitario en DF

¿Cómo reaccionar ante el aumento de los precios de los energéticos y de los alimentos? Creando capacidad de resiliencia en las comunidades, es decir, de vivir a pesar de y con las presiones externas. Y una de esas capacidades bien puede ser la agricultura urbana, una increíble forma de capital social. La Jornada muestra un gran ejemplo de lo que es posible hoy en la Ciudad de México. Ojalá el ejemplo crezca, que el tiempo ante la crisis que viene se acorta. Copio del diario:

■ En marcha, 21 proyectos para convertir tierras ociosas en áreas para siembras

Familias pobres de Iztapalapa transforman basurero en zona de cultivo para autoconsumo

■ Se firmarán acuerdos de cooperación con Cuba y la FAO para impulsar la iniciativa, anuncian

Rocío González Alvarado

Ampliar la imagen Entre las marcas de los grafiteros brotan las legumbres

Entre las marcas de los grafiteros brotan las legumbres Foto: Roberto García Ortiz

Ampliar la imagen Con participación esencialmente de familias, los huertos de la asociación civil Comparte brotan en Iztapalapa

Con participación esencialmente de familias, los huertos de la asociación civil Comparte brotan en Iztapalapa Foto: Roberto García Ortiz

En medio del asfalto, en lo que hasta el año pasado era un lote baldío convertido en basurero, familias de escasos recursos en Iztapalapa, agrupadas en la asociación civil Comparte, comenzaron a cosechar los primeros frutos de sus cultivos, como parte de un programa de agricultura urbana que promueve el gobierno de la ciudad de México.

Se trata de uno de los 21 proyectos que buscan recuperar y aprovechar terrenos ociosos en la metrópoli, como jardines, azoteas y camellones, para convertirlos en áreas de cultivo de hortalizas, verduras y vegetales, así como plantas medicinales y ornamentales, sin usar agroquímicos como fertilizantes.

Muy diferente de lo que otrora fuera un tiradero de cascajo y basura, en una superficie de 400 metros cuadrados, en el barrio de San Miguel, los olores del cilantro, el epazote, la hierbabuena, la ruda y el orégano se entremezclan con el colorido de los jitomates, los tomates, los rábanos, las zanahorias y las verdes acelgas y espinacas.

Desde noviembre del año pasado, profesionistas, obreros y amas de casa ocupan sus ratos libres en cuidar hortalizas, plantas medicinales y hierbas de olor que desplegaron en camas de tierra, que miden ocho metros de largo por uno y medio de ancho, cada una con un cultivo diferente, o combinados.

“No sabíamos nada de cultivo, pero vimos la convocatoria y decidimos aprovecharla. Al principio fue difícil, porque tuvimos que limpiar el terreno y dejarlo en condiciones para sembrar”, platicó Irma Díaz, una de las integrantes de Comparte, quien señaló que, aunque aún enfrentan dificultades, sobre todo durante la temporada de lluvias, los resultados han sido satisfactorios.

La producción es pequeña. De rábano, por ejemplo, se cosechan cuatro kilos, y de jitomate, 10 al mes, pero es suficiente para el autoconsumo de las 10 familias que participan, e inclusive, según el cultivo, también alcanza para una minicomercialización, a precios accesibles, más baratos que en el mercado.

Pedro Ponce Javana, responsable del programa de Agricultura Urbana de la Secretaría de Desarrollo Rural y Equidad para las Comunidades (Sederec), detalló que de manera paralela se apoyó el desarrollo de 21 proyectos similares en las delegaciones Álvaro Obregón, Cuauhtémoc, Cuajimalpa e Iztapalapa, donde se concentran 15, con inversión de cinco millones de pesos, en beneficio de 750 familias.

Durante un recorrido por el lugar, señaló que el propósito es recuperar tierras ociosas o aprovechar espacios en escuelas o fábricas, jardines, camellones, así como balcones, azotehuelas y azoteas para producir alimentos sanos, desde verduras, vegetales, frutas, hasta plantas ornamentales, medicinales o aromáticas, que no sólo contribuyen al cuidado del medio ambiente, sino también a una mejor convivencia social.

La titular de la Sederec, Rosa Márquez Cabrera, destacó que para lograr que los proyectos sean exitosos se cuenta con la asesoría de expertos de la Universidad Autónoma Chapingo, e indicó que próximamente se firmarán convenios con Cuba y la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, tras señalar que además se busca generar políticas que lleven a una autosuficiencia alimentaria.

Al comentar que la ciudad de México es el primer lugar en el país donde se plantea un programa de este tipo, detalló que esta forma de cultivar se ha convertido en práctica muy popular en otros países, pero sobre todo en los europeos.


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