"There is very little that the researchers understand about the phenomenon, but they do know that results aren't affected by distance or time. Participants, for example, can have the same effect on a machine from outside the room or across the country. They can also have the same effect if they have the intention before the REG is turned on or even if they read a book or listen to music while the machine is running.
Environmental conditions -- such as room temperature -- also don't matter, but the tester's mood and attitude do. It helps, for example, if the participant believes he or she can affect the machine.
Resonance with the machine is another important factor, Jahn said. He likens it to what happens when a great musician seems at one with her violin or a gifted athlete suddenly performs with his equipment in a way that is outside his normal bounds.
Gender matters as well. Men tend to get results that match their intent, although the degree of the effect is often small. Women tend to get a bigger effect, but not necessarily the one they intend. For example, they might intend to direct balls in the random cascade machine to fall to the left, but they fall to the right instead."
Los científicos han descubierto lo que tradiciones muy antigua ya sabían: la voluntad puede bien enfocada manipular la materia. Y hay personas que lo pueden hacer mejor que otras, y han sido llamados chamanes, magos, sacerdotes... y casi siempre han empezado a trabajar sus dones desde muy jóvenes. Y es que la ciencia y la tecnología nacen de esas tradiciones, y no las han dejado, como vimos hizo ayer la NASA con el acoplamiento del Discovery y la Estación Espacial Internacional. Los rituales de fertilidad tienen miles de años de antiguedad, como los de Shiva y Dionisios, y el de ayer - representado en la cópula de Orisis e Isis - sólo es de los últimos. ¿Porqué se hacen esos rituales? Porque bien hechos, cientas de generaciones de humanos han visto que funcionan. La ciencia sólo ha perfeccionado el poder de la magia, pero la voluntad de cambiar la materia, la realidad, continúan. Y los científicos quizá no lo digan pero sólo son los magos de hoy. Y no extraña que el docking espacial haya sido a las 1118 tiempo universal, del meridiano de Greenwich que se rige desde Londres. 1118 fue la fecha del inicio de la Orden del Temple (luego violentamente perseguida por el Vaticano, y encontraron refugio en Inglaterra) que fue la antepasada de la masonería moderna, que nació también en Inglaterra, y que desde ahí creó la ciencia moderna creando la Sociedad Real - que aún existe. No extraña que la NASA homenajee a sus antepasados. Y que éste pueda ser un recordatorio a Roma, ya que la orden le pidió a Ratzinger a fines de 2004 que pidiera disculpas por la supresión de la Orden en 2007, el 700 aniversario de su aplastamiento. El nuevo papa luego mandó emisarios a Inglaterra, ¿pero qué pasaría si no se disculpa? Parece que la magia en el cielo es parte de esta guerra mágica.
Para saber más:
El Colegio Invisible. El papel de la masonería en el nacimiento de la ciencia moderna. Grijalbo. México. D.F. 2003.
Shiva y Dionisios. La religión de la naturaleza y del eros. Alain Daniélou. Kairós. Barcelona 2005.
La religión de la tecnología. Noble. Paidós. Barcelona, 1997.
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