"Las principales Iglesias de occidente parecen estar agonizando, mientras las sociedades cada vez más seculares experimentan una menor necesidad de Dios, dijo el Papa Benedicto XVI en unas declaraciones publicadas el miércoles.
Su punto de vista es aún más sombrío que el de su predecesor, Juan Pablo II, quien se lamentaba del declive de la fe en el mundo desarrollado y decía que esto explicaba la lucha de la Iglesia Católica ante el decreciente número de fieles.
"Las llamadas Iglesias tradicionales parecen estar agonizando", dijo de acuerdo con un texto publicado en el diario
La participación en las misa de domingo en algunos países desarrollados es menor al 5 por ciento, indicaba un reciente informe del Vaticano.
Una combinación de una creciente mentalidad laica y el engaño de sectas más simplistas están desafiando la relevancia de la Iglesia, especialmente en Europa, Australia y, en menor grado, en Estados Unidos, dijo el Papa de 78 años.
"La Iglesia Católica no lo está haciendo tan mal como las grandes iglesias protestantes, pero naturalmente comparte los problemas de este momento de la historia", añadió.
El Papa acusó del cambió a las actitudes sociales de la década de 1960, que provocaron el declive de la Iglesia en Occidente refiriéndose a lo que él llamó la "segunda iluminación espiritual" de 1968, el año del llamado 'verano del amor' y las protestas de estudiantes y trabajadores.
No había solución fácil para la Iglesia, dijo, pero la gente necesitaba ver que no podían distanciarse de Dios...."
Sin embargo en el diagnóstico de Benedicto XVI no existe la autocrítica: nada sobre el abuso cometido por sacerdotes pederastas a miles de niños, nada del encubrimiento oficial, nada de la sistemática discriminación a mujeres y a gays, nada de la complicidad con las dictaduras de América Latina y el franquismo, nada de la persecución a la ciencia, nada de la complicidad con la epidemia del sida al rechazar el uso del condón, nada de la falta de rendición de cuentas financieras por parte de los obispos a los fieles, nada del autoritarismo de la iglesia al decirle no al aborto y a la eutanasia en todos los casos... los fieles no son tontos señor Ratzinger. Lo tonto es decir que se alejan de Dios, ya que no es así. Se alejan de Roma, que es diferente, muy diferente. Y se alejan no por causa de 1968, se alejan porque cada vez más los ciudadanos de Occidente gracias a la creciente democracia han perdido el miedo a hacer preguntas, ya han empezado a ver que Roma y Dios son cosas muy diferentes...
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