Unos científicos probaron en elefantes del zoológico de NY que ellos poseen autoconciencia, ya que pudieron identificarse en el reflejo de un espejo. Copio de El País:
"... Sus reacciones han sorprendido a los científicos, pero no por insólitas, sino porque parecían calcadas de las que se habían descrito antes en chimpancés y delfines, que por otro lado son las mismas que van exhibiendo los bebés a medida que progresan: escrutar el espejo por delante y por detrás, y luego empezar a hacer el tonto para comprobar si el otro hace lo mismo, como en la famosa escena de Sopa de ganso, el clásico filme de los hermanos Marx.
Maxine y Patty llegaron hasta ahí. Happy resolvió además el problema de la marca en la ceja: hasta 47 veces se la tocó con la trompa después de mirarse en el espejo.
Saber que el tipo al otro lado del espejo es uno mismo es una de las más altas funciones mentales de nuestro cerebro, y una de las más importantes. Los psicólogos la llaman MSR (por mirror self-recognition). El gran Locke se dio cuenta hace tres siglos de que, sin eso, no hay manera de hacer a nadie responsable de sus actos: sin espejos no hay moral.
La MSR viene a ser el significado de la primera persona del singular. Sobre su repetición frecuente se va desarrollando nuestra identidad de individuos. Lo demás son muchedumbres, o manadas. La sociedad sería imposible sin la empatía, nuestra capacidad para ponernos en la piel del otro, y mal podríamos hacerlo sin ponernos antes en la nuestra..."
Sin espejos no hay moral: ¿no será que a Ulises Ruíz habría que regalarle uno?
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